lunes, mayo 28, 2007

Rolando Quero, pintor venezolano

Con una mirada infatigable y profunda, como quien aspira penetrar tanto los misterios inescrutables como las cosas evidentes que a diario nos rodean, Rolando Quero plasma sus múltiples experiencias con una técnica pictórica y escultórica que sólo una dedicación ardua y constante proporciona.
Con el deseo de que nunca le falten la vista y las manos para seguir pintando y esculpiendo, nos da entrada este interesante personaje con quien se pudo compartir un largo rato en el que poco a poco nos condujo a ese gran espacio en su vida como lo es el mundo de las artes.
Rolando Quero, pintor de reconocida trayectoria, nos concedió la entrevista en la casa de su hermana, en el Trigal Sur, donde el huésped no solo solicitó espacio para él, sino para sus más allegadas confidentes: sus obras. Hermosas, extraordinarias, con los detalles reunidos en todas y en cada una y donde los colores han hecho que su pintura no pase desapercibida.
Foto: Cortesía Sergio Rojas

Forma parte de una familia de ocho hermanos -seis hembras y dos varones- todos muy unidos. Sus padres, oriundos de Villa de Cura, Estado Aragua, y residenciados allí, ven nacer a Rolando en el año 1954. A los 14 años lo mandan a estudiar bachillerato en San Antonio del Táchira, decisión paterna que fue muy de su gusto pues señala: "Me quise ir ya que me gustaba viajar, conocer. De San Antonio del Táchira me vine para Valencia, luego a Trujillo, lugar que me encantó pues a los 16 años me interesé por las artes; aunque toda la vida estuve ligado a ellas. Soy de los que piensa que se nace siendo pintor o escultor".
Levantó la mirada y, como buscando en la distancia un recuerdo muy preciado, comentó: "Yo ya pintaba y, en un viaje que hicimos a Maracay, mi mamá me regaló una caja de pinturas al óleo. De regreso, en el autobús, el olor de esas pinturas quedó impregnado en mí como parte de mi cuerpo, que ya mi alma estaba conquistada. Recuerdo siempre ese autobús que nos llevaba a Villa de Cura, con ese olor al óleo que aumentó mi ansiedad por pintar".
Este pintor de reconocida trayectoria estudió hasta segundo año de Derecho en Mérida, pero su amor por las artes plásticas lo llevó a Francia a los 27 años, donde se encontró muy a gusto en la Universidad Michel Fontaine, donde estudió cinco años en su Escuela de Artes Plásticas. A los 33 se fue a España.
En Barcelona estudió escultura en la escuela Massana durante cuatro años, lugar donde logró dominar la parte figurativa y el equilibrio del color. Todos los años viajaba a Túnez o a Marruecos, porque esos dos países forman parte especial de su vida. Con el transcurrir de los años perfeccionó sus técnicas en pintura y escultura y, por supuesto, se dedicó a estudiar ingles, francés, y catalán, lenguas que domina a la perfección. Para este artista, nunca se deja de aprender.
Con respecto a sus planes, asegura que se quedará en Valencia, ya que aquí está su familia. Se intuye en él un gran arraigo al calor familiar y establece lugares que son de su querencia. Ama parajes remotos allende los mares, puede ir de un lugar a otro, viajar, regodearse en las artes en otros países pero siempre regresa al hogar.
Tiene muchos proyectos a mediano y largo plazo porque por ahora tiene una propuesta para Caracas y otra en el exterior, en Miami y Nueva York. "He rechazado bastantes ofertas en Miami porque en Venezuela me siento bien, específicamente entre Valencia y Villa de Cura".
Quero disfruta contando sus anécdotas. En sus recuerdos evoca los 16 años y su interés por viajar. Un lugar muy especial y del que guarda hermosos recuerdos y una de las experiencias más bonitas fue durante su viaje a Trujillo; por supuesto, sus evocaciones lo llevan a la época de las reuniones los domingos en la Plaza Bolívar "para asistir a las retretas, que no eran retretas sino verdaderos conciertos de orquestas filarmónicas! Allí nos reuníamos todos los muchachos del liceo y luego nos íbamos a la plaza hasta la medianoche a conversar sobre las últimas películas, tales como Naranja Mecánica, Las fresas de la amargura, entre otras.
Recordó una anécdota sobre su nombre pues, aunque lo conocen como Rolando, su nombre de pila es Inocencio Rafael Quero Delgado. "Yo nací el día de los inocentes y cuando mi papá me fue a presentar lo hizo con el nombre de Inocencio. Pero a mi mamá le gustaba el nombre de Rolando porque, para esa época, había un cantante muy famoso que llevaba ese nombre: Rolando La Serie. Lo curioso del caso es que me enteré de mi verdadero nombre en sexto grado, cuando una maestra me llamó y yo no respondí porque esperaba que me dijera Rolando. Y le pregunté: ¿Por qué me llama Inocencio, si soy Rolando? Y ella me respondió: Pregúntale a tu mamá. Al llegar a casa le pregunté a mi mamá, ella me explicó y, a partir de ese momento, comencé a firman con mi verdadero nombre.


¿CUANDO FUE TU PRIMERA EXPOSICION?
"A los 20 años hice mi primera exposición en Valle de La Pascua, en La Casa de la Cultura, conjuntamente con otro amigo. Con flores, naturalezas muertas, personajes típicos de la región... Era una colectiva".

¿DE QUE TE ARREPIENTES?
No me arrepiento de nada, y si vuelvo a nacer haría lo mismo y sería lo que soy ahora, pintor y escultor.
Dijo que hay algo que le preocupa en lo referente a la parte educativa del país, y es que considera que en Venezuela los jóvenes están muy mal informados en lo que a arte se refiere; tomó como ejemplo el país francés donde los jóvenes se gradúan de bachiller con mención en arte. "Desearía que en mi país la educación tomara un derrotero de actualización, de dinamización".
Con una vida llena de satisfacciones y de logros, aunque en ocasiones en este transitar se hacen presente inconvenientes que ha sabido enfrentar y resolver, como la muerte de sus esmerados y compresivos padres, sus recuerdos son hermosos. Asegura que su vida es toda un cuento, está llena de divertidas anécdotas, placeres y éxitos.
Al consultarle si tenía hijos, respondió: No. Yo no me casé. Cuando yo decidí que lo mío era la pintura y la escultura me olvidé del matrimonio, ya que es difícil para un artista plástico tener un matrimonio feliz debido a los constantes viajes y compromisos al amar a varias damas a la vez. ¿Los nombres de esas damas? Las artes! Realmente decidí casarme con las artes.
Y culmina la entrevista con una interesante acotación del pintor "Hay que dignificar la profesión. Dinero no tengo, pero con orgullo digo que soy artista por amor a las artes". "Si volviera a nacer sería el pintor que soy ahora"

Fuente: Noti Tarde - Gente

martes, mayo 22, 2007

María Teresa Chacín, 45 años cantándole a Venezuela

El 19 de febrero de 1962, María Teresa Chacín debutó profesionalmente como cantante. Y lo hizo a lo grande. Nada menos que en el Show de Víctor Saume, el programa meridiano diario de mayor sintonía para la época, un espacio por el que desfilaban las más reconocidas figuras de la canción, tanto nacionales como visitantes. Dentro de esa producción la lanzaron en el “Espacio Omega” (aludiendo a la marca de relojes que lo patrocinaba), el segmento con el cual cerraba el musical, generalmente destinado a los artistas internacionales, lo cual habla por sí mismo del tremendo espaldarazo que la muy joven vocalista estaba recibiendo.

Aquilino en la Web
Comienza su carrera de la mano de Chelique Sarabia, quien cinco años antes había catapultado al estrellato a la hermana de María Teresa, Rosa Virginia, una de las grandes intérpretes románticas que ha dado Venezuela, por lo cual el compromiso de la novel artista era aún mayor. Pero la calidad y el talento siempre se imponen y de esta manera la menor de las Chacín no tardó en afianzar también su fama y prestigio en el ámbito de la música popular.

Ella misma recuerda, con muy buena memoria, lo que fueron esos años:“Antes de debutar profesionalmente, yo me involucré musicalmente en todas las actividades del liceo donde estudiaba: el Aplicación, tanto en el Orfeón como en el conjunto criollo, donde entre otros compañeros estaba Hugo Blanco. Y aunque empecé como cantante de música venezolana, como ese era también el estilo de Rosa Virginia, entonces Chelique decidió introducirme como intérprete de rock and roll, baladas, bossa novas y esa música juvenil, que en los 60 llamaban ‘yeyé gogó’ y que encarnaba el espíritu de la juventud de entonces. Tiempo después de mi primera presentación con Víctor Saume, éste murió y fue cuando pasé al recién nacido Show de Renny Ottolina, en el que estuve nueve años, que para mí fueron de gran aprendizaje, al lado de un hombre tan profesional y exigente como lo era Renny”.
El retorno definitivo como intérprete de música venezolana se produce en 1970, cuando compite en el Festival de la Voz de Oro, celebrado en Barquisimeto, con el tema La paraulata, de Juan Vicente Torrealba, convirtiéndose en la triunfadora sentimental de ese evento -que ganó Mayra Martí- y en el que lograría obtener el primer lugar en 1972 con una canción de Chelique Sarabia: El llanero y don fulano. "Como con La paraulata me fue tan bien, poco después del festival grabé un disco con el conjunto de Juan Vicente Torrealba y esa canción, que daba título al álbum, se convirtió en éxito. De esta manera me quedé enganchada en la música venezolana.
-¿Ser cantante de música venezolana da buenos dividendos?
-Los dividendos son las satisfacciones que da representar el sentimiento y la idiosincrasia de un pueblo. Eso no tiene precio. En estos 45 años de carrera lo he podido comprobar a través del respaldo de la gente, que en cada una de mis presentaciones nunca deja de pedirme lo que considera son clásicos de mi repertorio, temas como La paraulata, Romance, Pasillaneando, En este país, Pajarillo, Mi querencia y tantos otros.
Y aunque la música venezolana es su razón de ser, tampoco ha dejado de lado lo que constituye otro de los apoyos fuertes de su trayectoria: la interpretación de temas románticos de autores que le vienen muy bien a su voz y estilo, como Chico Novarro, de quien pegó su composición Algo contigo; y Armando Manzanero, quien la considera una de las grandes intérpretes de su música y del que grabó un disco antológico con varias de sus más conocidas canciones, una de ellas, otro éxito creado especialmente para ella: Ahora.
"Como cantante de música venezolana he tratado de abarcar todos los estilos. Y es que creo que nuestra música es muy completa y puede equipararse con las mejores del mundo, en su contenido, en sus grandes armonizaciones. Es lo que traducen, por ejemplo, la Onda Nueva de Aldemaro Romero, las tonadas de Simón, las canciones románticas de Chelique, los pasajes llaneros de Juan Vicente Torrealba...”.
-¿No te parece terrible que sea una ley la que obligue a las radioemisoras del país a difundir la música de nuestros compositores?
-Siempre me ha parecido terrible eso. Los jóvenes de mi generación aprendimos a querer la música venezolana por los espacios que había en la radio y la TV, inclusive en horario prime time, como El caney de Juan Vicente. Lamentablemente, eso cambió con los años y ahora necesitamos leyes para que la difundan.
-¿Cómo piensas celebrar tus 45 años artísticos?
-Con un espectáculo en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, a realizarse el domingo 3 de junio, a las 6 de la tarde, donde compartirán conmigo Rosa Virginia, Chelique, Simón Díaz, Aldemaro Romero, El Cuarteto, Frank Quintero, Oscar D´León, Sir Augusto Ramírez, Los Cuñaos, Carlos Moreán y el Orfeón de la UCV, el coro al que pertenecí cuando estudiaba psicología y del que nunca me he desvinculado.
-¿Qué sientes cuando en tus espectáculos te piden siempre las mismas canciones?
-Bueno, sigo haciendo canciones nuevas, aunque la gente me pida lo mismo. Una está todo el tiempo renovándose.
-¿Cómo te gustaría ver a Venezuela?
-Libre, realmente democrática, sin la mediocridad que nos rodea, con paz, justicia y meritocracia, donde haya un Presidente que de verdad quiera y luche por mejorara Venezuela. Que nos sigamos con este desastre de mandatario, que desea ser dueño del mundo y no es dueño de nada... ni de nadie.

miércoles, mayo 16, 2007

Coral Infantil de Kanaima, lo máximo del talento pemón

Hace 7 años comenzó un proyecto educativo para enseñar a leer y escribir a los niños de la comunidad pemón Kaunwaripa, localizada a 30 minutos de caminata desde el sector occidental de la Laguna de Canaima, así nació la Fundación Civil Coral Infantil Canaima, un conjunto de voces melodiosas que sensibilizan a turistas nacionales y extranjeros.
La directora de la coral, Raquel Acevedo, se dedicó a la música desde los 15 años, su padre Neptalí Acevedo, fue su estricto maestro, quien le enseñó a tocar el violín, siempre tuvo la inquietud de compartir su conocimiento, emprendiendo su loable esfuerzo.


La Fundación Coral Infantil tiene una matrícula de 80 niños y adolescentes, 14 de estos talentosos estudiantes integran la coral infantil, todos reciben lecciones de teoría musical, tres participantes estudian violín, uno viola y otro violencho, dos de flauta transversal.
Con el apoyo de la comunidad al iniciar de manera voluntaria la enseñanza de lectura, escritura y matemáticas, fueron donadas 40 láminas de acerolit, bloques en la construcción de dos aulas habilitadas para la fundación.
Luego de un receso de dos años volvieron al estudio de grabación de la mano de Banesco con Enkosemune (Pálidos) intercalando temas en español y pemón, su último CD bajo el patrocinio de Radio Caracas Radio, Punumpok (Por amor) una producción del año 2005 con las mágicas voces en pemón.
La comercialización de los CD's ha permitido la adquisición de uniformes, artículos escolares y todo lo necesario para que los estudiantes sigan su aprendizaje. La meta es conformar la Orquesta Indígena, ya cuentan con la colaboración de empresas Polar y una empresa ganadera colombiana.

Fuente: Nueva Prensa

domingo, mayo 13, 2007

Juan Féliz Sánchez, todo un Miguel Ángel venezolano

"Para nosotros, los parameros de San Rafael de Mucuchíes, Juan Félix Sánchez fue todo un Miguel Ángel", comentan orgullosos y generosos del pueblo que lo vio nacer sobre la figura emblema de este páramo merideño, donde pareciera que la vida diaria de sus moradores gira alrededor de su recuerdo y su obra tangible. Elogios no del todo exagerados, toda vez que Juan Félix Sánchez fue agricultor, tejedor, ingeniero empírico, escritor, narrador, pintor, tallista popular, mago, escultor, arriero, payaso, juez, político -ya que fue presidente de la Junta Comunal de San Rafael-, y por si fuera poco, arquitecto.

Por: Pedro Douaihi E-mail: saysayal@hotmail.com
Fotos: Edward Torres

Juan Félix Sánchez nació el 16 de Mayo del año 1900, en la llamada "Gran Casa". Casa que ahora ostenta el nombre de "Museo de los Andes Benigno y Vicenta Sánchez", como un homenaje a la memoria de los padres de Juan Félix, ubicada en San Rafael de Mucuchíes, en el pueblo más alto de Venezuela, -más de 3.200m.s.n.m-. Murió 97 años después, un 18 de Abril en la ciudad de Mérida. Casi un siglo de prolífera vida dedicada a las artes, pero por sobre todo a la sensibilidad social en pro de sus coterráneos. Participó en la reconstrucción de la iglesia de San Rafael de Mucuchíes bajo la dirección del padre, µngel Sánchez Alcántara. Además, construyó y puso en funcionamiento la primera turbina que daría la electricidad a su pueblo.
La obra arquitectónica de Juan Félix Sánchez es una obra en piedra que comprende la casa de El Tisure o Capilla de El Tisure, dedicada a José Gregorio Hernández,la cual forma parte del conjunto de capillas menores situadas frente a la Plaza Bolívar y las llamadas tallas en madera del conjunto de "El Calvario", situadas páramo adentro. Pero su obra más relevante, es una réplica en piedra de la antigua iglesia de San Rafael de Mucuchíes, construida en Tapia conocida como "La Capilla de Piedra de San Rafael de Mucuchíes", a la entrada del pueblo, a orilla de la carretera transandina. En su interior reposan ahora los restos de Juan Félix y su compañera sentimental María Epifanía del Carmen Gil Dávila.
Su obra en madera se sitúa "en las formas de la naturaleza", lo que Juan Félix llamaba "lo feo". Muebles y tallas religiosas y costumbristas, en las que representaba a los personajes de su pueblo, como el famoso "Chocolate" y seres de su cotidianidad paramera. Pero, sin olvidar lógicamente sus tallas históricas, en las que incluye las representaciones de Bolívar y el indio Tinjacá, héroe indígena local. Nunca vendió una talla o una piedra, se las regalaba a quien él veía que le ponía cariño.
En 1920 aprendió a tejer, en 1955 crea el telar de tres pedales, único en Venezuela y probablemente en toda América. En 1982, el 14 de Julio, el Presidente de la República, Luis Herrera Campins, inaugura en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas una muestra integral en retrospectiva de su trayectoria artística y su obra es declarada "Monumento Nacional".
En 1988 se le otorga El Premio Nacional de Artes Plásticas y un año antes se le confiere el Premio Nacional de Cultura Popular Aquiles Nazoa. En 1990 es designado "Símbolo del Ambiente y los Recursos Naturales" y Doctor Honoris Causa de la Universidad de los Andes, entre otros reconocimientos.
Finalmente, ese mismo año 1990, siete años antes de su desaparición física, el presidente Carlos Andrés Pérez otorga protección a la obra de Juan Félix Sánchez, declarando a El Tisure, al Museo de sus padres y La Capilla de Piedra de San Rafael de Mucuchíes, Patrimonio Cultural de los venezolanos.

martes, mayo 08, 2007

El chef Nelson Méndez divulga las bondades de la culinaria yanomami

Imagínese una araña mona (a la que se le ha extraído el veneno y se le han quitado los pelos) preparada con ají dulce, culantro, un sofrito de aceite de ceje y ajoporro para mezclar con la pulpa de carne que se le extrae al arácnido. Suculento no suena y tampoco lo parece, sin embargo, la experiencia de comer como lo hacen los yanomamis es tan única que el chef Nelson Méndez, instructor del Centro Venezolano de Capacitación Gastronómica y oriundo de Puerto Ayacucho, decidió comenzar a divulgar la cultura culinaria de esta etnia.


JEANETTE HERRERA EL UNIVERSAL


Con la elaboración de platillos a base de arañas mona, gusanos de ceje, lombrices de río y frutos del Amazonas (como pijiguao, copo azu que es una especie de cacaco del alto Orinoco y otros) nació el proyecto de cocina amazónica, que por ahora se limita a demostraciones para foros académicos o encuentros gastronómicos, pero que en un futuro podría ser hasta una cátedra. "Sólo hago demostraciones porque yo voy personalmente al Amazonas a recolectar los productos y no resulta fácil por la logística de llegar allá y luego transportar a las arañas vivas". Viaje a la selva Méndez nació en Puerto Ayacucho y tiene 25 años de experiencia como cocinero, pero un buen día consideró que debía poner su granito de arena para el rescate de costumbres tan milenarias como los son los gustos culinarios de la etnia yanomami. "Sentí que debía hacer algo diferente y divulgar lo que son ellos como comunidad y la comida es algo superinteresante, aunque no todo el mundo la entiende".

Cada vez que Méndez desea preparar algunos de los platillos indígenas viaja al Amazonas para "recolectar" los productos junto a las etnias de la zona.
Sin embargo, la recolección de la materia prima no resulta para nada sencilla. En diciembre pasado viajó al Amazonas a buscar materia prima y le tocó adentrarse a buscar arañas mona con baquianos del lugar. "Recogimos unas 100 arañas, los yanomamis dicen que se reproducen muy rápido, pero traerlas a Caracas fue una odisea porque me dejó el avión y de por sí el viaje es larguísimo, tuve que vaciarles una cava de hielo para conservarlas y mi mayor sorpresa fue que los arácnidos sobrevivieron".


Para aprender a preparar gusanos, arañas y demás especies, Méndez pasa cada vez que puede unos días con los indígenas. "Para la araña, por ejemplo, hay que quemarla muy bien para quitarle los pelitos y aprender a quitarle el veneno. Su carne es muy blanca, parece cangrejo. El gusano de ceje contiene grasa y hay que darle el punto exacto de cocción porque si no se desvanece. Todo se cocina directo a la candela y envuelto en hojas de plátano. El sabor de humo está presente siempre".

Fuente: El Universal

lunes, mayo 07, 2007

Rosmary Da Silva campeona del Mundo de velocidad en pista vertical

La venezolana Rosmary Da Silva literalmente voló por la pared que debía escalar en la ciudad italiana de Trento en abril de 2007, para optener el campeonato del mundo de velocidad sobre pista vertical



Otros venezolanos que compitieron y lograron optener puestos en el rankin mundial:


It classifies feminine
1 Rosmery From Silva VEN
2 Tatiana Ruyga RUS
3 Anna Saulevich RUS
4 Francis Rodriguez VEN
5 Olena Ryepko UKR
6 Svitlana Tuzhylina UKR
7 Valentina Yurina RUS
8 Edyta Ropek POL
9 Mayya Piratinskaya RUS
10 Lucelia Blanco VEN
11 Cassandra Zampar ITA
12 Eliska Karesova CZE


It classifies male

1 Anatoly Skripov RUS
2 Sergey Sinitsyn RUS
3 Manuel Escobar VEN
4 Maksym Osipov UKR
5 Csaba Komondi HUN
6 Nicolas Januel BETWEEN
7 Leonel De Las Salas VEN
8 Evgeny Vaytsekhovsky RUS
9 Mark Amann AUT
10 Alexander Kosterin RUS
11 Nestor Carvajal VEN
12 Lukasz Swirk POL
13 Alexander Peshekhonov RUS
14 Aleksei Portsev RUS
15 Libor Hroza CZE


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martes, mayo 01, 2007

Alberto Arvelo, cineasta venezolano

Su puño, letra y creatividad, han ideado un sinfín de personajes, además de liderar la dirección y producción ejecutiva de películas con sello vernáculo y foráneo. Su sagacidad se posa en cintas como “Candelas en la Niebla”, “La canción de la montaña”, “Habana, Havana”, “Una vida y dos mandados”, “Tocar y luchar”, “Una casa con vista al mar”, “Sangrador”, “Lo que tiene el otro”, “Elipsis”, entre otras, además de la serie televisiva “Los Últimos”, transmitida en el año 2001 a través de las pantallas de Televen.

Ha dedicado su vida entera a plasmar el caudal ficticio que brota de su imaginación, una sabia cultivada a punta de ímpetu y fascinación por el séptimo arte criollo: su escuela, casa y eterno compañero. Se trata de una eminencia en cine venezolano, el talentoso caraqueño Alberto Arvelo.




Diez años fueron suficientes para que su inocencia y su pueril fantasía lo trasladaran a un mundo que se descubre y renueva día a día, el arte de crear películas. De esta fijación vio luz “El cadáver vengador”, su primer contacto con este cosmos. “La hice junto a un grupo de primos. Era una película de terror, escrita, dirigida y actuada por nosotros mismos… El resto de mi vida como cineasta ha sido el reflejo de aquella alegría y energía infantil”, recuerda Arvelo.
Aferrado a sus sueños, ha defendido su vocación a capa y espada, como siempre, jugando, herramienta vital en su desempeño. “Esa adrenalina del proceso creativo no tiene par en mi vida. Es una forma de amor, como el que siento por Sebastián, mi hijo. Es inevitable, a pesar de mí mismo”, esgrime entusiasmado.
Todo este bagaje artístico ha sido convocado contra viento y marea, a pesar de los obstáculos, considerando que para la época en que desarrollaba su gusto por la pantalla grande no existían escuelas de Cine en el país y sus padres no tenían el potencial económico para enviarlo fuera, lo que lo hizo nutrirse de libros y de la existencia en sí. “El cine se aprende de la vida, en una bodega viendo a la gente o en cualquier esquina. El arte es así”, confiesa.
Sin embargo, cursó estudios en la Universidad de Los Andes, para ver coronado su presente y futuro con el título de licenciado en Historia del Arte, granja académica que fue completada con el logro adicional de prepararse como guionista y director de cine en The Internacional Film Workshops en Estados Unidos.
En este devenir de “luces, cámara y ¡ acción !”, este paladín cinematográfico y su equipo han sido galardonados con un prontuario avasallante de casi 50 premiaciones internacionales, concedidas por distinguidas instituciones como el Festival de Biarritz, el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, el Premio de la Prensa Internacional “Glauber Rocha”, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Grand Prix des Amériques, Golden Egret, los Premios ANAC (Asociación Nacional de Autores Cinematográficos), el Festival de Cine Venezolano y el Premio Internacional Titra, honras que asegura imposibles de lograr en soledad “porque una película no es una obra singular, es un proceso colectivo”, reconoce con el carisma que lo identifica.
El cine, más que su pan de cada día, es un vicio imposible de abandonar porque le dispensa “la posibilidad de vivir otras vidas, otras historias distintas a la mía”, aunque está ciegamente persuadido de que la suya no tiene algún parecido con estos carretes histriónicos.A pesar de tener que lidiar con la burocracia y de contar con escaso tiempo libre, no cambia su profesión por nada del mundo, a tal punto de afirmar que la pantalla grande venezolana promete “un futuro magnífico, el presente me da razones para decirlo, sobre todo el de los jóvenes que aún no han sido vistos, pero que están prestos para salir del horno”.
Sus filmes son, sin mayores pretensiones, el reflejo de sus emociones, estremecimientos e impresiones que lo rodean, tratando de hacer “obras de temas que me conmuevan o me afecten. De no ser así, no las hago”, concluye con el frenesí que nutre su latir fílmico.


Fuente: Cosmo Guayana


Alberto Asprino: Lecturas Reveronianas

Alberto Asprino, entusiasmado con la exposición de Armando Reverón en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, MOMA, y sensibilizado como ha estado desde hace muchos años por la obra del maestro de la luz, decide rendirle un homenaje a la obra de uno de nuestros más importantes artistas y asi produce las “Lecturas Reveronianas” .
Alberto Asprino pinta el paisaje de Reverón ensamblando maderas

“Lecturas Reveronianas”, nace del querer celebrar al pintor de la luz, viajar con él, acercarme a su paisaje del Litoral Central y convertirlo en lecturas, en miradas introspectivas de su vida y obra, en mi propio paisaje. Es caminar por la orilla de la playa, no buscando, encontrando. Es ir a su encuentro, es identificarlo en sus azules, entre sus ocres y sepias, en sus infinitos blancos, entre las olas”.
Asprino, un recogemaderas empedernido, coincide con Reverón en el amor por el litoral guaireño, en cuyas playas ha encontrado infinidad de materiales que una vez en el taller "esperan por una nueva vida, la vida que en un instante descansan y duermen hasta que ellos mismos, los objetos y fragmentos de maderas, decidan salir de nuevo y recobrar sentido...”, expresa el artista que luego las transforman en piezas de arte. Con esta exposición Asprino se ha trazado como reto reinterpreta a Reverón.
Asprino, al hablar de su inspiración en Reverón, agrega: “Es ver hoy su Puerto de La Guaira, sus marinas, sus uveros, sus cocoteros y playas, sus ranchos, sus calles, no solamente desde su Macuto sino desde la inmensidad de la franja costera. Me aventuro a celebrar un nuevo logro de su obra, reconociendo que en ella entregó todo, su fe, su pasión por el arte, por la vida. Su mejor pasaporte para entrar al mundo interno de cada uno de nosotros”.
El producto de este trabajo de Asprino -artista que ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Arturo Michelena del 2003
Para el artista, su trabajo es una pintura del paisaje pero ensamblando: "Y que me perdonen los pintores, pero es una manera de pintar con otros medios".
Paradójicamente, Asprino quiso recrear la obra bidimensional de Reverón y no los objetos. Pero lo hizo a través de la tridimensionalidad de su trabajo.
La muestra está formada por 14 obras -surgidas desde la espontaneidad y la reflexión de muchos años- que van desde los 20 centímetros hasta los 100 kilos. Explica que el título de cada obra se lo reserva: "No quiero que haya ningún prejuicio en la mirada".
Hay una obra que conmovió al artista. Es aquella que incluye una tablita en la que se lee "New York" y que fue recogida hace casi 10 años. Asprino no pudo evitar pensar en la casualidad.
El Premio Arturo Michelena de 2003, cuenta que es necesario "darse duro" con la obra para que aflore. "Me di durísimo y hacerla me dio mucha paz y vitalidad". Asprino utilizó la pátina del tiempo, esa que trabajosamente generó la acción del sol y del mar: el ocre, el blanco, el azul debajo de muchas capas.
El artista no sólo se siente inspirado por la obra de Reverón sino también por su deseo de promocionar el trabajo de uno de los más importantes pintores venezolanos, aún desconocido por mucha gente.
Algunos ven bibliotecas en su obra: "Yo las veo como lecturas porque no siempre leemos lo mismo". Él se ha propuesto una lectura: "No solamente hay que mirar la obra sino lo que Reverón fue, con toda su complejidad: se refugió en sí mismo para profundizar esa necesidad existencial que tenía de crear".
Alberto Asprino
Maracaibo, Estado. Zulia, 1952.
Arquitecto, reside y trabaja en Caracas desde 1974.
Inicia su carrera expositiva a nivel colectivo en 1975, a partir de esa fecha es frecuente ver su obra en Salones y Bienales de Arte tanto nacionales como internacionales.
Entre sus exposiciones individuales se mencionan: "Interpretaciones Rocosas", Módulo de Venezuela, Fundarte, Caracas y Centro de Bellas Artes de Maracaibo, Maracaibo, Edo. Zulia, 1984. "Mareas de Sueños, Naturaleza en Tres Tiempos", Museo de Arte La Rinconada, Caracas. "Mareas de Sueños, un Fragmento", Terracota Taller de Arte, Valencia, Edo. Carabobo, 1987. "Un cupín para Brazilia" , Taller Arte Fuego, Caracas, 1988. "Ejercicios" , Galería Okyo, Caracas, 1991. "Vigilia" , Galería Okyo, Caracas, 1996. "Cariaco , Nuevas Lecturas" , Galería de Arte Moderno de Puerto La Cruz, Puerto La Cruz, Edo. Anzoátegui,1998. "Casa 7", Taller del Artista, Caracas, 1999. "Reconstrucción", Sala Zapata, Fondo de Inversiones de Venezuela, Caracas. "Reconstrucción", Museo Histórico de Clarines, Clarines y Museo de Anzoátegui, Barcelona, Edo. Anzoátegui, 2001. "Recorrido", Galería Moro, Maracaibo, Edo. Zulia, 2003. "Desde la Orilla", Ateneo de Cabudare, Cabudare, Edo. Lara, 2004. "Ruta 2", Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, Maracaibo, Edo. Zulia.
Entre sus reconocimientos se mencionan: Segundo Premio de Escultura, Salón de Arte de Alumnos, Facultad de Arquitectura y Urbanismo. UCV, Caracas, 1978. Accesit al Primer Premio, Salón Nacional La Nueva Naturaleza, Museo de Barquisimeto, Edo. Lara, 1998. Mención Honorífica, Universidad de Carabobo, XI Salón Nacional de las Artes del Fuego, Galería Braulio Salazar, Valencia, Edo. Lara, 1984. Primer Premio de Escultura, Bienal Nacional de Artes Visuales Ciudad de Maracaibo, Maracaibo, Edo. Zulia, 1985. Premio Harinjs Liepins, 53 Salón de Artes Visuales Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, Valencia, Edo. Carabobo, 1995. Premio Gobernación del Estado Anzoátegui, IV Bienal de Artes Plásticas de Puerto La Cruz, Galería de Arte Moderno de Puerto La Cruz, Puerto La Cruz, Edo. Anzoátegui, y Premio Andrés Pérez Mujica, Segundo Premio, 55 Salón de Artes Visuales Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, Edo. Carabobo, 1997. Premio Arturo Michelena, Primer Premio, 61 Salón Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, Valencia, Edo. Carabobo, 2003.
Paralelamente a su actividad artística se ha desempeñado como Promotor, Curador, Museógrafo y Asesor de Instituciones Culturales en el país y en el extranjero.


Fuente:
Artepuy
El Universal
Analitica