martes, diciembre 30, 2008

Josu Calvo y su Diccionario enciclopédico de mitología indígena venezolana

Josu Calvo es pintor, pero durante más de 20 años se dedicó a una incansable cruzada: investigar y aprender sobre mitos, leyendas y vocablos indígenas venezolanos. Vivió con ellos, aprendió sus costumbres, vio cosas que no se podrían creer y ahora propone un libro de 898 páginas, que a manera de diccionario, reúne 5.000 términos y 144 ilustraciones que sirven para entender cómo se ve el mundo desde la visión de estos pueblos



FOTOGRAFÍAS CLAUDIA RODRÍGUEZ R. claudiarromero@yahoo.com


Todos los mitos descifrados

Un zamuro-hembra con 12 cabezas, jaguares de distintos colores pero invisibles, monos violinistas, pájaros-toro, venados que se convierten en ratones, una criatura mitad hombre-mitad sapo, mujeres bachaco, danta o pereza; un niño colibrí, una niña catarro, hombres onza, un esqueleto caníbal, una isla que cambia de lugar y una ballena chiquita que va creciendo junto con la laguna donde está. Y esto no es todo.
Entre los yukpas cuentan que ellos fabricaron el primer avión, pero un estadounidense se los robó.
Los warao dicen que en una cesta estaba guardada la noche hasta que alguien la abrió y apareció la oscuridad que no existía. Para los pemones debajo de su tierra plana existen tres mundos paralelos idénticos al de ellos. Un relato de los makiritares habla del jaguar Manuuwa que junto con dos niños se sacaron los ojos para jugar con ellos. Los yanomami creen que al principio de los tiempos las mieles tenían voz y la selva se llenaba con sus murmullos, y que cuando llueve hay peces que caen del cielo.
Algunos barí afirman que el arco iris nació de la sangre coagulada de un oso y que inicialmente no tenía colores.
Lo que se cita es parte del Diccionario enciclopédico de mitología indígena venezolana, un original aporte que Josu Calvo Gutiérrez acaba de editar luego de una investigación que inició en 1982. Se trata de un libro de 898 páginas que reúne 5.000 términos y 144 ilustraciones relacionadas con leyendas, cuentos, rituales, conceptos, palabras y vocablos de los originarios habitantes de este país.
Calvo es pintor de profesión y llegó a esta pasión por azar.
"Trabajé en una compañía de seguros muchos años, en el centro de Caracas. En una librería cerca de la oficina tenían ofertas que ponían en unas cestas. Como siempre fui apasionado de toda la mitología, un día pasé y me encontré un libro de mitología makiritare. Lo compré, lo leí y me volví loco. 15 días después volví a pasar y conseguí Cuentos y mitos guajiros. Por supuesto que lo compré y me volví más loco. Empecé a preguntar sobre el tema, a buscar y adquirí Los hijos de la luna de Daniel De Barandiarán y Bárbara Brändli, trabajos antropológicos. Leía, leía y me decía: `esto tiene que llegar a alguna parte’. Y la gente empezó a recomendarme cosas. No me planteaba escribir, no sabía cómo hacerlo, pero sí dibujar lo que leía, que era la idea original".



–¿Cómo llega al diccionario?


–Para poner en orden la información que recopilaba, se me ocurrió hacer un diccionario. Empecé a poner todo en orden alfabético y por etnias en fichas de cartón guardadas en cajas de zapatos. Llegaron a ser tantas que se convirtió en un problema en mi casa. Luego, cuando tuve la visión de lo que el indígena quería que se dijera, hice la estructura del libro, que cambió muchas veces. El esqueleto primordial fue lo que recibí de los indígenas, lo que me pidieron que dijera y la manera de decirlo. Seguí la narración de ellos tras una serie de viajes que hice a los lugares donde viven.
Pintor al fin, varios de sus dibujos a lápiz están presentes en el libro, así como fotos tomadas por él, mapas con la ubicación territorial de los grupos indígenas y gráficos que describen sus diferentes cosmogonías. En el Diccionario, cada grupo está separado por familias lingüísticas, que es como están clasificados en Venezuela: Arawaco, Caribe, Chibcha, Tupí-guaraní y grupos independientes. Y dentro de cada una de estas familias, sus distintos grupos, que suman 28. Este compendio tiene también un apéndice de referencias de arquitectura, astronomía, botánica, climatología, geografía, geología y zoología.


–De todos los cuentos, ¿cuál es el más bonito?


–El del origen de los tejidos guajiros: Una niña muy fea fue encontrada por un muchacho y se la llevó a su casa. Sus hermanas dijeron que era horrible, que cómo se le ocurría. Pero en la noche, la niña se transformaba en una bella mujer que le hacía tejidos al muchacho y se los regalaba al día siguiente.
Entonces, las hermanas decían que eran ellas las que tejían.
Un día el muchacho se escondió y descubrió a esta hermosa doncella tejiendo, la quiso tener como mujer. Ella le dijo que no y salió corriendo. Cuando el muchacho la alcanzó y le tocó el vestido, se convirtió en la araña Waleker.


–Y un cuento terrible...


–Tienen espíritus realmente macabros que se alimentan de los muertos. Que si vas al río te comen, si vas solo de cacería, te suben a los árboles, te lanzan al suelo y te destrozan los huesos. Espíritus que te engañan haciéndose pasar por un familiar que está herido: cuando lo cargas sobre tus hombros, te comen el cerebro. Están las famosas hechiceras: damas hermosas y voluptuosas que te llaman y te pierdes. También ancianas, brujas y madres-monstruo cuyos hijos son unos engendros.
Calvo se detiene en un relato yengatú sobre el origen de Poronaminare, uno de sus dioses: "Una virgen sale embarazada tras ser visitada por una sombra que se desprendió de la luna. Antes de que el pequeño nazca, la madre sueña que el niño tiene el cuerpo transparente y es alimentado por colibríes y mariposas que le traen néctar de las flores.
Cuando nace el niño, hay un alboroto general: Los animales están alegres y los pájaros vuelan en enormes bandadas formando una enorme algarabía. Al día siguiente ya es un hombre y, desde una montaña y con una cerbatana, divide la tierra y le da a cada animal un lugar donde vivir".


–¿Y que aprendió sobre plantas medicinales?


–Hay helechos que todo lo curan, los yukpa los usan mucho. Hay una planta para esterilizar a la mujer y otra que les devuelve la fertilidad. Probé esos brebajes y son amarguísimos. Los buscas en la selva y te dicen que es una liana, un bejuco, y te lo muestran. Pero para uno son todos iguales, ellos son los que saben cuáles son.


–¿Qué recuerda de los viajes que hizo?


–Una familia yanomami me adoptó como un hijo casi un mes. Estaba con mis pantalones, pero descalzo y sin camisa.
Ellos no conocen el pudor, yo sí. Y tienen como un sexto sentido. Saben quién eres con tan sólo mirarte. Les gustó que nunca los fotografié, grabé o escribí delante de ellos.
Les preguntaba mucho y tuve acceso al personaje más importante: El piache. Vi sesiones de curación interminables, vi cosas que no se podrían creer. Cambié para siempre.
Hasta hace poco decía la hora con sólo ver el sol, como lo hacen ellos. Hay cosas que me pidieron que no divulgara.
Para eso hice otro diccionario, pero secreto.


–¿Cuál sería la gran enseñanza que ofrecen estos pueblos?


–Apreciar exactamente qué significa bajar un fruto de un árbol, comértelo, saber que la concha va al suelo, que se pudre y vuelve al ciclo. Tocar el árbol y sentir que es un agente como uno. En fin, saber vivir y no complicarse la vida.



El Diccionario enciclopédico de mitología indígena venezolana se consigue en la Galería Azularte. El Hatillo. Teléfono: (0212)961 5667. / Librería y Tarjetería Paseo. C. C. Paseo Las Mercedes, Sector La Cuadra. PB. Local 23.







lunes, diciembre 29, 2008

"El despertar de los cabruncos" Fotografías de Paul Launois

El despertar de los cabruncos, muestra individual del fotógrafo Paul Launois integrada siete retratos en blanco y negro de habitantes del Páramo andino de Los Nevados los cuáles, más allá de los rostros, captan la esencia de un pueblo laborioso y madrugador.







En agosto de 2007 Paul Launois, cámara en mano –motivado por los años vividos en la región-, se adentró en el poblado de Los Nevados, estado Mérida, con la intención de capturar con su lente la esencia del que considera un pueblo madrugador y laborioso, "de hombres, mujeres y niños de trigo, maíz y papa, que olvidamos que existen; el venezolano originario del que nunca debimos alejarnos". El resultado de este trabajo es El despertar de los cabruncos, una serie de siete imágenes en blanco y negro –básicamente retratos-, realizadas en formato 6 x 6, que reflejan esa esencia a la que se refiere Launois.
Por estar basada en retratos de sus habitantes, Launois quiso recuperar alguna de sus tradiciones o leyendas. "Llaman cabruncos a los espíritus que viven en el fondo de las lagunas y que al molestarlos y despertarlos generan una neblina muy espesa que tapa el paisaje casi de inmediato. En algunas ocasiones se le atribuye la desaparición de las personas que por ahí andaban. Los habitantes de los páramos creen mucho en las ánimas y los espíritus y por medio de ellos le dan explicación a algunos fenómenos naturales cotidianos".


Si bien Paul Launois es conocido por su trayectoria en el mundo de la gastronomía, en esta oportunidad nos presenta otra faceta que lo apasiona: la fotografía. "Desde que me acuerdo me he interesado por las imágenes, mis primeros intentos se dieron gracias a una Polaroid que me regalaron cuando era muchacho, de ahí y en adelante me han fascinado las cámaras y la fotografía, pero sin reparar demasiado en aspectos técnicos ni artísticos. Ya con mi carrera de cocina bien desarrollada decidí darle un carácter más formal a mi afición por la fotografía".


Como fotógrafo, Launois comenzó su formación en Roberto Mata Taller de Fotografía, escuela donde ha tomado cursos con profesionales como Ricardo Jiménez, Ricardo Peña y el propio Roberto Mata; además, ha participado en expediciones fotográficas nacionales e internacionales. En el campo culinario, estudió hotelería en el Hotel Escuela de Venezuela en Mérida y, una vez graduado, realiza pasantías en la Escuela de Artes culinarias y Hotelería de Francia. Ha trabajado en importantes restaurantes del país galo -Guy Savoy, Hotel Sofitel, Hotel Ambassador- y de Venezuela -Citron Café, O'Club, Tantra, Europa, Le Gourmet, Tupe-; desde 2004 se desempeña como chef ejecutivo y socio de Antigua Bistro Italiano.


Fuente: Analitica

domingo, diciembre 28, 2008

Marianela Maldonado la autora del guión que conquistó a la Academia en 2007

Recrear un clásico, alargar una historia, alterar un fi nal. La pieza Pedro y el lobo fue compuesta por Serguéi Prokófi ev en 1934, pero fue hace varios meses cuando la venezolana Marianela Maldonado se encargó de modifi carla y adaptarla a un guión cinematográfi co. El esfuerzo de su trabajo, y del resto de los realizadores, la condujo a imponerse en los premios Oscar de este año, al recibir el galardón como Mejor Cortometraje Animado. "Fue muy emocionante –y también inesperado– recibir semejante reconocimiento.

Trabajar en el cortometraje fue una labor de amor y dedicación. Sabíamos que sería un hermoso proyecto, pero no sospechamos que ganaría tantos premios y afectaría a la audiencia de una manera tan signifi cativa".




EULIMAR NÚÑEZ SOCORRO eulnunez@el-nacional.com

FOTOGRAFÍAS CORTESÍA MARIANELA MALDONADO





Desde los 14 años, Marianela escribe historias de fi cción, principalmente cuentos y relatos. "Asistí a los talleres literarios de Laura Antillano en Valencia, de Eduardo Liendo en la UCAB y a los talleres de narrativa que se imparten en el Celarg con Osvaldo Trejo.


Siempre me ha fascinado el arte de contar historias".


Antes de adoptar la realización de guiones como profesión, Marianela ejerció el periodismo en Venezuela, cubriendo la fuente de sucesos. "Resulta devastador contemplar la tragedia y estar en contacto directo con personas golpeadas por la violencia, especialmente cuando la indiferencia y la impunidad son la norma". Sin embargo, esa experiencia despertó en ella el deseo de narrar acontecimientos desde otro punto de vista, explorando lo que ocurre en el interior de las personas en momentos oscuros y difíciles, a diferencia de la mirada más objetiva y distante del periodismo.


El reto de creer en uno mismo En 1998, Marianela se muda a Inglaterra. Estudia inglés por un año y luego cursa estudios de guión y dirección cinematográfi ca en la National Film and Television School. "Allí me di cuenta de que el sueño de hacer cine podía convertirse en realidad. Durante mis días en la escuela escribí muchos cortos de fi cción y aprendí a trabajar en equipo, pues el cine es esencialmente un arte colectivo. Después de la graduación en 2002, intenté encontrar trabajo en la industria, pero resultó bastante difícil, así que me dediqué a toda clase de actividades: trabajé como vendedora en una tienda, acomodadora en un cine, mesera y traductora, mientras al mismo tiempo desarrollaba proyectos cinematográfi cos”.


Su suerte cambió cuando dos de los cortometrajes que escribió y dirigió fueron aceptados en el Festival de Cannes. “Parte de mi trabajo fue reconocido internacionalmente.


Poco a poco encontré empleo como guionista en algunos proyectos interesantes y, además, gané un par de becas de estudios. En 2006 participé en el programa de residencia de escritura del Festival de Cannes y viví durante cinco meses en París compartiendo e intercambiando ideas con cineastas de distintas partes del mundo. Regresé a Londres a fi nales de 2006, donde volví a establecerme.



Al principio, fue muy difícil escribir en otro idioma; pasaba horas traduciendo y buscando palabras en el diccionario. Por eso me decidí por la animación, donde los diálogos y las historias tienden a ser menos realistas. Siempre me ha interesado la literatura fantástica y me parece que la animación resulta un medio ideal para desarrollar historias de este tipo”.


Su mundo real


“Robin –mi pareja– y yo hemos vivido juntos por ocho años. Compartimos la pasión por el cine, la literatura y la música. Él también es cineasta y escritor, y se gana la vida dirigiendo videos musicales y trabajando en series de animación.


Ahora tenemos una bebita de un mes, llamada Theodora Dune.“Para un guionista, la experiencia vital siempre es parte esencial en cualquier proceso de creación. Sin embargo, muchas veces, no escribo directamente de manera autobiográfi ca, sino que intento traducir esa experiencia en personajes y situaciones fantásticas.


Puedo decir que mis fortalezas son tener mucha disciplina, trabajar con tenacidad, ser optimista ante las adversidades de la vida y mantenerme curiosa ante el mundo que me rodea.


Desde que me mudé a Europa todo ha sido un gran reto, desde escribir en otra lengua hasta tener que sobrevivir en una de las ciudades más costosas del mundo, pero me parece que si se cree en uno mismo, es posible superar cualquier obstáculo”.


"Fue muy difícil escribir en otro idioma; pasaba horas traduciendo y buscando palabras en el diccionario"



Fuente: Revista EME




sábado, diciembre 06, 2008

Ricardo Tirado sopotocientas vivencias


Locutor, escritor, periodista e investigador, desempeñó una destacada labor en el ámbito televisivo, cinematográfico y gerencial de la cultura nacional. Tenía 73 años de edad y su deceso se produjo en la ciudad de Caracas el miércoles 3 de diciembre de 2008.


Sr. Tirado yo lo veía en televisión, en sus programas de cine en el Canal 5 (Televisora Nacional), había leído que usted le puso el nombre a Napoleón Bravo (José Ovidio Sánchez) y le dío la oportunidad de debutar en la pequeña pantalla; tambíen leí su gran admiración por Doris Wells, quien esta reseñadisima en el libro "Amores Públicos I". Pero, sin dudarlo lo recuerdo como el "responsable" de traer la "Esclava Isaura" cuando dirigió el canal 5, exitosa telenovela, y que usted reconoce que sí, pero que el mayor éxito fue la transmisión de "La Sucesora".
Quiero darle las gracias por publicar este homenaje a los que han trabajado en el cine, el teatro, la radio y la televisión en Venezuela





Ricardo Tirado, toda una personalidad íntimamente ligada al sector cultural venezolano, falleció este pasado miércoles, en horas de la mañana. Su lamentable muerte se produjo a consecuecia de un paro respiratorio, que le sobrevino en su residencia, ubicada en la Urbanización El Paraíso. Contaba con 73 años de edad. De padres venezolanos, había nacido en Nueva York en 1935.

Locutor, escritor, periodista e investigador, Tirado desempeñó una destacada labor en el ámbito televisivo, cinematográfico y gerencial de la cultura nacional. En su juventud fue actor de teatro y tv.

Profesional de vasta y reconocida experiencia, sus conocimientos sobre la industria del espectáctulo se hicieron sentir empresas e instituciones tan diversas como Radio Caracas TV, Venezolana de Televisión, Televisora Nacional Canal 5, Fundarte y la Escuela de Cine y Televisión de María Cristina Capriles.

Ricardo Tirado fue director de la Televisora Nacional C-5, cargo que ejerció en sustitución de Manuel Frai Frijalba. Durante su gestión colocó a este canal del gobierno en los primeros lugares de sintonía al emitir en su programación nocturna las telenovelas "La Sucesora", "La esclava Isaura", "Dancing day", entre otras. Igualmente fue jefe de promociones de Venezolana de Tv. Y vale destacar la labor que desempeñó al frente del Departamento de RRPP de Radio Caracas TV a finales de los años 70.

De la misma manera produjo las telenovelas “Doña Perfecta”, protagonizada por Lupita Ferrer y Daniel Alvarado y “El hombre de hierro” con Rebeca González y Javier Vidal.

Luego de ejercer funciones gerenciales, se dedicó a la investigación cinematográfica, llegando a publicar dos tomos de la Historia del Cine Venezolano.

Retirado de la actividad profesional, Ricardo Tirado se dedicó a escribir sus vivencias con infinidad de luminarias nacionales, las cuales plasmó en dos libros: "Amores públicos I", publicado en el 2004 y "Amores públicos II", editado por la Fundación para la Cultura Urbana y bautizado el pasado 22 de octubre.


Vayan a sus familiares nuestra más sentidas palabras de condolencia... y al querido Ricardo Tirado, al que siempre recordaremos como el hombre afable, bonachón y gran amigo que fue: ¡Paz a sus restos!...

Fuente:
Meridiano

Reseña biográfica