Dentro del campo de la experimentación sonora, Isaac ha comenzado a trabajar con lo que se denomina música electrónica en vivo. Con el uso de computadoras, el flautista procesa la señal que produce el instrumento o viceversa. “Esto lo he extendido no sólo a la parte instrumental, -prosiguió- sino a la parte corporal. Me interesa el artista, el performer, como un ente en el escenario. No como un mero objeto funcional para tocar un instrumento. Trabajo con sensores que están sujetos al cuerpo, y mediante movimientos se puede controlar el video. Ahora estoy incorporando olores, para repotenciar la percepción musical del espectador. A través de las computadoras, con un sistema de sonidos y de movimientos, se activan o desactivan estos sensores mecánicos, los cuales desatan olores en el escenario”.
Desde cero
Nacido en Caracas hace 31 años, específicamente en Chacao, se considera de manera simpática un “valenciano reencauchado”, ya que desde muy joven se mudó a Valencia (Venezuela). “Comencé mis estudios aquí en la escuela de música “Sebastián Echeverría Lozano”, luego realicé cursos y especializaciones en Alemania, Holanda y Suiza. Me inicié con la música a los tres años, en un kinder musical y a los seis años, mi mamá me preguntó, qué instrumento prefería, flauta o violín. No sé por qué dije “flauta” (risas), pero nunca me detuve, se convirtió en mi pasión, en una forma de expresar sentimientos y pensamientos”, explicó.
A los 21 se fue a Holanda, donde tuvo la oportunidad de formarse musicalmente en el Conservatorio de Amsterdam, allí realizó su pregrado, post-grado y maestría. Luego de eso, por relaciones y oportunidades de trabajo decidió quedarse en Holanda. “Soy un artista, adicto al trabajo, mi principal actividad es como músico e intérprete, soy compositor, realizo proyectos de investigación referente a la función de la música en combinación con otras artes escénicas. Y también trabajo con una fundación holandesa, en el desarrollo de un catálogo de música contemporánea para flauta”, comentó pausadamente.
Isaac explicó que la flauta dulce es muy especial, y tiene un repertorio muy amplio, por la sencilla razón de que es uno de los instrumentos más antiguos que existen. “De hecho, después de la voz y la percusión, el instrumento más longevo que se ha encontrado fue un fémur perforado, con tres agujeros. Ese fue el principio de la flauta dulce. Sin embargo, puede decirse que los período más importantes son el barroco, el renacimiento y el contemporáneo. Yo me he especializado en este último, porque me fascina la idea de trabajar con compositores que aún están vivos. De poder crear una nueva composición, en lugar de interpretar, por ejemplo, piezas de Bach, lo cual también me parece magnifico, pero para mí es esencial poder hacer algo completamente nuevo”, aseguró.
Para Jorge la música posee un “cuerpo” que puede ser acompañado con otros factores que pueden intensificar la experiencia. “Esto lo hago porque considero que la expresión musical no es un ente abstracto, la música tiene un cuerpo. A veces en decibeles, como puede pasar al oír una orquesta, o sencillamente un instrumento solista, como puede ser la flauta”. Estos performances, incluyen únicamente a Isaac sobre el escenario, junto con videos. Sin embargo, el artista explicó que hay una gran cantidad de personas que han participado para montar toda esta creación, desde un escenógrafo, un compositor y un diseñador técnico. Isaac se ha presentado junto a reconocidas agrupaciones y músicos holandeses, tales como los ensambles Schoenberg, la Orquesta de Cámara Holandesa, el Ballet Nacional Holandés, la Ópera Holandesa, el cellista francés Marie Uitti, y el compositor Roderik de Man. En los últimos tres años ha realizado cuatro producciones, y para este año 2006 está por comenzar un nuevo trabajo, el cual será grabado en Estados Unidos. (JB/FAR)
Fuente:
Revista Paretéis-Diario El Carabobeño (domingo 29/01/06)
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
ResponderBorrar