Maroa obtuvo el Gran Premio del Público en el Festival de Cine de Biarritz, Francia 2005, y fue distinguida en los VIII Encuentros Cinematográficos Sudamericanos de Marsella ese año.
Maroa se impuso en una dura lucha contra películas como Borrador, de Jacobo Penzo; El Don, de José Ramón Novoa; El Caracazo, de Román Chalbaud; Francisco de Miranda, de Diego Rísquez, y Havana Habana, de Alberto Arvelo.
Maroa emprende la narración de la historia de una niña de 11 años que desencadena una lucha, utilizando la música como arma contra la delincuencia que impera en su entorno.
La cinta es protagonizada por Tristán Ulloa, Yorlis Domínguez, Elba Escobar y Luke Grande, y se sumerge en el mundo de la delincuencia a través de los ojos de Maroa, quien encuentra una nueva vida aferrándose al clarinete, al ingresar en un albergue de menores.
El largometraje cuenta la historia de una joven polaca que un buen día acepta la propuesta de su novio de viajar alrededor de Europa. Desafortunadamente, él no es quien parece ser y al llegar a Alemania la vende como prostituta.
Peña nació en Caracas y ha estudiado y trabajado en Canadá, Francia, el Reino Unido, Alemania y Polonia. Es el realizador de los cortometrajes Quizás es un pecado que ruego, 1993; El viento susurra, 1995; El porvenir de una ilusión, 1997, y su primer largo, Amor en concreto, 2003, filmada en Caracas.
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