lunes, febrero 12, 2007

Armando Reverón, este artista maravillosamente extraño

El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) acoge la primera retrospectiva de Reverón hasta el 16 de abril donde se muestra la quinta parte de su extensa obra. La primera gran exposición en Estados Unidos del pintor venezolano Armando Reverón (1889-1954), un artista "maravillosamente extraño", según las halagüeñas críticas dedicadas a la muestra.


Integrada por más de 100 dibujos, pinturas y las muñecas que usaba como modelos, la exposición se centra en los 30 años más importantes de la carrera de este artista, desde 1920 hasta principios de la década de 1950, poco antes de su muerte.

Se trata de aproximadamente una quinta parte de la producción de este artista nacido en Caracas, hijo único de una pareja de buena posición -Julio Reverón y Dolores Travieso- "que no tenían interés en ser padres", como dice el New York Times, y que lo dieron a criar a una familia de Valencia. Reverón regresó a Caracas en plena adolescencia a cursar estudios de arte antes de lograr una beca municipal que le llevaría a proseguir su formación en Barcelona, Madrid y París, donde entraría en contacto con la obra de artistas que ejercieron gran influencia sobre él, como Francisco de Goya o Paul Cezanne.
A su regreso a Venezuela, se sumó al Círculo de Bellas Artes, un grupo artístico que pretendía desarrollar una forma de modernismo nacional.
El conocimiento del simbolista ruso Nicolás Ferdinandov, emigrado a Venezuela, y de Juanita Ríos, una de sus modelos que se convertiría en su compañera de una vida, así como el diagnóstico de su esquizofrenia, son otros acontecimientos de gran significación que le llegaron en torno a la veintena.
Poco después, Reverón se trasladó a Macuto, en las costas venezolanas, donde edificó su "Castillete", una especie de fortaleza personal cuyo entorno sirvió de paisaje para sus creaciones.
"A su muerte, en 1954, Reverón empezaba a ser celebrado en Venezuela tanto por el radicalismo de sus primeras pinturas como por el misterio que preside sus últimas, y pronto sería reconocido como uno de los primeros artistas modernos más grandes de la nación", explicó John Elderfield, uno de los organizadores de la exposición.
En palabras del MOMA, la exposición sirve para "introducir el trabajo de uno de los más importantes artistas modernos latinoamericanos a una audiencia internacional".
La mayor sorpresa por la obra de Reverón parece habérsela llevado la crítica neoyorquina, ávida por descubrir las razones por las que el MOMA lo ha convertido en el cuarto artista latinoamericano al que dedica una amplia retrospectiva. Felicitándose porque el museo esté haciendo un esfuerzo por "ampliar su definición de arte moderno hasta abarcar al mundo", el New York Times calificó la muestra de "magnética, extraña, hechicera". Reverón "es un artista que me parece que a usted le va a encantar conocer", concluye el diario.
El New York Post se refiere a la esquizofrenia de Reverón para justificar lo misterioso de su mundo, "un mundo en el que se movió durante medio siglo como un ciego, pero entregado a momentos de una lucidez casi alucinante".
Finalmente, el New York Sun afirma que la muestra sirve "para situar en el mapa del arte moderno a este artista maravillosamente extraño".

Fuente: Diario El Carabobeño

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