domingo, agosto 27, 2006

Gioconda Cunto San Blas, una experta en la Academia

El profesionalismo de la químico Gioconda Cunto San Blas llegó para cambiar la historia. Después de 73 años de creada la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, la institución nombró por primera vez a una exitosa investigadora como Individuo de Número .
"“La Academia se beneficiará del aporte que hagamos las mujeres”"



El sillón número veinte de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales nunca había sido ocupado por una mujer. Antes, desde que fue creada la institución, importantes investigadores como el naturalista, Eduardo Rohl; el ingeniero geodésico, Luis Felipe Vega y recientemente el ingeniero Rafael de León Álvarez, realizaron sus aportes a la ciencia desde ese sitial de honor.
Ahora le corresponde a la investigadora del Laboratorio de Micología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Cunto San Blas, velar por el cumplimiento de los proyectos nacionales de educación en ciencias. Junto a ella fue elegido el investigador del IVIC, Roberto Callarotti, y los miembros correspondientes: Pedro Berrizbeitia y José Luis Paz, de la Universidad Simón Bolívar; Carlo Caputto, del IVIC y Franco Urbani, de la Universidad Central de Venezuela.
-¿Qué se siente ser la primera mujer en ser electa Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales?
Me siento muy orgullosa. Creo que la Academia se beneficiará del aporte que las mujeres hagamos dentro de la corporación. Estoy segura de que detrás de mí vendrán muchas más a incorporarse, como corresponde a una institución insertada en la sociedad del siglo XXI en la cual la mujer compite -o debería competir- intelectualmente con el hombre en términos de igualdad.
-¿Qué línea de investigación siguen sus actuales proyectos?
Mi trabajo de investigación es de equipo, como lo es en general cualquier proyecto de investigación moderno basado en la interdisciplinaridad, es decir, en el cruce de varias disciplinas con su particular enfoque en la resolución de un determinado problema de investigación.
Actualmente, nuestro trabajo está enfocado hacia la investigación de mecanismos que regulan la virulencia de un tipo particular de hongos patógenos dimórficos, es decir, hongos que cambian de forma una vez que invaden. Si el cambio de forma se puede bloquear, entonces la infección no prosigue, con lo cual el organismo expuesto (puede ser el hombre o cualquier otro mamífero) no sufre las consecuencias de la enfermedad. Hemos diseñado un método molecular de detección temprana de micosis frecuentes en América Latina: Brasil, Colombia y Venezuela.
-¿Cuál es el tipo de micosis más frecuente en el país?
Una de las micosis sistémicas más frecuente es la paracoccidioidomicosis, producida por Paracoccidioides brasiliensis. La histoplasmosis también es frecuente, aunque ésta es llamada la enfermedad de las cuevas, su contagio no se limita a los espeleólogos o excursionistas sino que es de signo universal.
La criptococosis y la cromomicosis (frecuente esta última en el Estado Falcón) también forman parte de ese grupo de dolencias que afectan por lo general a poblaciones de escasos recursos. Ampliamente extendidas son las micosis superficiales que sin ser letales, suelen afectar a un porcentaje alto de la población en todos los estratos.
-¿Con qué otras enfermedades se relacionan frecuentemente las micosis?
Las micosis son de por sí enfermedades. Pero ciertamente, ellas encuentran un nicho propicio en personas que por cualquier razón tengan su organismo debilitado por otros cuadros clínicos que los afecten. En la pregunta anterior ya mencioné a los inmunosuprimidos como personas más susceptibles a ser infectadas con hongos, lo cual en muchos casos induce al médico a mantener una terapia antifúngica preventiva en este tipo de pacientes.
-¿Todos los tipos de micosis tienen tratamiento accesible?
El tratamiento de las micosis tiene muchos problemas: los tratamientos suelen ser largos, por lo que muchos pacientes los abandonan sin terminarlos. Los antifúngicos en uso clínico no tienen efecto en todos los hongos sino que su uso se restringe a unas pocas especies. Hay pocos antifúngicos de bajo costo, lo que gravita negativamente en la aplicación de un tratamiento que resultará costoso para el paciente.
-¿Cuál de esos hongos patógenos ha dado mayor malestar a la humanidad?
Micosis es el nombre genérico que se da a las enfermedades producidas por hongos. Algo que debemos destacar es que la incidencia de enfermedades micóticas a nivel mundial ha aumentado, a raíz del incremento en la población de inmunosuprimidos. Este grupo incluye personas afectadas por el virus VIH, personas bajo tratamiento quimioterapéutico y pacientes transplantados, todos los cuales tiene su sistema inmunológico deprimido que los hace más sensible al ataque por microorganismos diversos, entre ellos los hongos.
-¿Cuáles son las características que describen a nuestra producción científica?
No son las artesanías las llamadas a convertirse en el nuevo paradigma de la ciencia moderna. Ellas son altamente meritorias en su contexto y deben ser estimuladas en forma continua como parte de nuestra herencia cultural. Pero de ninguna manera eso tiene que ver con ciencia. Pregonar este tipo de ideas es criminal, sobre todo dentro de los estratos más jóvenes.
Los criterios que se empleen para evaluar la actividad científica del país darán la pauta de lo que vendrá. Si los criterios son puramente locales entonces tendremos un aparato inservible, no importa cuán fastuoso sea el presupuesto invertido. Si por el contrario, hacemos ciencia sobre problemas locales con proyección universal, con los criterios rigurosos que toda investigación científica seria exige, entonces podremos elevarnos a la altura de los países más desarrollados. En los últimos tiempos, nuestra productividad en término de publicaciones científicas ha caído a 0,045% de la producción mundial, cifra que nos pone en desventaja con países de la región.
-¿Qué hay de las nuevas generaciones de científicos? ¿Cuáles son sus condiciones actuales?
Las nuevas generaciones de científicos, me refiero a aquellos formados en el rigor experimental exigido por la disciplina, que se quemaron las pestañas en duros años de formación académica, deben sentirse frustrados al ver que entran en una aparente competencia igualitaria con personas de poco nivel profesional. De hecho, en los últimos años, una gran cantidad de jóvenes venezolanos altamente capacitados se han ido del país en búsqueda de un campo más propicio para el desarrollo de sus capacidades.
-¿Cómo explica la importancia de las investigaciones científicas?
Los avances en la ciencia y la tecnología (C y T) gravitan ineludiblemente en el desarrollo de los países, tanto que aquellos que no logran construir una estructura adecuada de C y T se están quedando atrás. La producción de conocimiento hoy en día en todas las ramas del saber es de tal magnitud que es imposible para una sola persona abarcar todo su caudal; en consecuencia, es mucho más lo que ignoramos individualmente que lo que sabemos. De allí que la C y T hoy es considerada como una empresa colectiva en la que cada quien aporta sus conocimientos desde su enfoque profesional. También el quehacer científico está enmarcado dentro de una profesionalización cada vez más ardua, que requiere tenacidad, dedicación y deseo de superación para sobresalir. La improvisación y la falta de preparación o de rigor metodológico están reñidas con la actividad científica, tal como se la conoce universalmente.
Resumen de logros Gioconda Cunto San Blas se graduó como Licenciado en Química en la Universidad Central de Venezuela en 1967, y obtuvo el doctorado en Bioquímica (PhD) de la Universidad Heriot-Watt, Edimburgo, Gran Bretaña. Al término de sus estudios doctorales ingresó al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, donde se desempeña como Investigadora del Laboratorio de Micología del Centro de Microbiología y Biología Celular.
En su carrera optó por especializarse en bioquímica y biología molecular de hongos patógenos para humanos. Ha publicado cerca de 80 trabajos de investigación en revistas internacionales y capítulos de libros, presentando más de 200 comunicados y conferencias en congresos científicos.
El reconocimiento que ha logrado entre sus colegas se refleja en su elección como Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Micología (ALM) y Vicepresidenta de la Sociedad de Micología Humana y Animal (ISHAM). Entre los honores recibidos destacan la Orden Andrés Bello (3ra clase, 1982, 1ra clase 1996) y la Luisa Cáceres de Arismendi (clase única); así como el nombramiento como Académico Corresponsal Extranjero de la Academia de Ciencias Médicas de Córdoba.

Fuente: Analítica
Familia San Blas
Patricia Pérez - El Nacional - Venezuela

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