En el estado Bolívar una magnífica cueva de cuarcita, la más grande del mundo, se encuentra en el interior del macizo de Chimantá (Foto Cortesía)
La cavidad, descubierta en 2002 por el veterano espeleólogo Brewer Carías, ha maravillado a quienes la han visitado por sus enormes dimensiones y por ser refugio de especies desconocidas por la literatura científica.
DANIEL RICARDO HERNANDEZ
EL UNIVERSAL
Pocos están conscientes de las maravillas que esconden las entrañas de Venezuela. Mucho menos saben que en el estado Bolívar está la cueva de cuarcita más grande del mundo, una enorme cavidad perteneciente al macizo de Chimantá, que jamás había recibido la visita del hombre hasta 2002 cuando fue descubierta, por casualidad, por el espeleólogo e investigador Charles Brewer Carías.
En aquel entonces, el veterano explorador de los tepuyes guayaneses convocó a un nutrido grupo de experimentados aventureros, todos miembros de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, para escudriñar lo que él pensaba que se trataba de una pequeña gruta dentro de estas formaciones ancestrales. No se imaginaban que, literalmente, se iban a meter en honduras: "Desconocíamos de qué se trataba, parecía una bóveda, un abrigo rocoso", narra Luis Alberto Carnicero, uno de los doce arrojados que formó parte de la primera expedición, realizada en marzo de 2004. "Pensamos que no tenía más de 600 metros de profundidad", añade.
Otros datos:
Emporio de pájaros. La Cueva del Guácharo era una de las más grandes de Venezuela antes del descubrimiento de la cueva Charles Brewer Carías. La del Guácharo, ubicada en el Estado Monagas, tiene una longitud de más de 1.500 metros.
Fría. La cavidad del macizo de Chimantá tiene una temperatura estable de 15 grados centígrados. En su interior hay un río que suele crecer, aumentando el riesgo de las exploraciones.
No apta pare el turismo. A pesar de su majestuosidad, la cueva tiene un ecosistema sumamente frágil. Ello, sumado a la dificultad de acceso, la imposibilita para la práctica del turismo.
Alarmas. Los exploradores deben utilizar alarmas para recordar las horas en las cuales deben alimentarse, pues la oscuridad y las bajas temperaturas tienden a disminuir la sensación de hambre.
Contacto. Las instituciones interesadas en apoyar nuevas exploraciones a la cueva pueden establecer contacto con los expedicionarios a través del e.mail charlesbrewer@cantv.net.
Mas información:
http://www.eluniversal.com/2005/10/02/ten_art_02454A.shtml
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