viernes, abril 21, 2006

La chicha de arroz de Marisol Useche de García

En la esquina ubicada entre las calles Carabobo y Nueva, en el barrio Santa Rosa de Maracay, se encuentra una noble mujer que por más de 14 años ha establecido allí su puesto de trabajo, consolidando un legado gastronómico para el estado Aragua. Marisol Useche de García, conocida como "la catira" complace hasta los paladares más exigentes con su deliciosa chicha de arroz. Y es que quienes la prueban una vez, no dejan de beberla.
Tesón, amor y cariño son los ingredientes con los cuales adereza Marisol Useche de García la bebida, que se ha convertido en una tradición en el Estado Aragua

Mileidys Aguilar. Fotos: Pedro Montes



Bien temprano, a las 9:30 de la mañana, la chichera se instala en su lugar y de allí no se mueve hasta las 7:30 de la noche. Yanet es quien la ayuda a despachar el producto de forma magistral, como si hubiese estudiado para maniobrar con los vasos y la cuchara de servir.
Personas van y vienen, de las zonas vecinas y otros puntos del estado, pocos resisten la tentación de pararse a tomar la famosa chicha de "la catira". Desde autoridades hasta deportistas osan darse su paseíto por estos lares.

En un tono muy amable y acogedor, rayando en la timidez, Marisol relata sus comienzos como mujer de negocios.

La historia de este negocio es sinónimo de fortaleza, inteligencia y ganas de salir adelante. Representa un ejemplo para quienes están en busca de un impulso para formarse como emprendedores.
"Nosotros comenzamos con el puesto, porque lo vimos como una alternativa para solventar los problemas económicos por los que estábamos pasando. Debo confesar que el promotor fue mi esposo Luis García y al ver que la clientela aumentó aceleradamente, me integré a ayudarlos. Por cinco años formamos una pareja perfecta de trabajo".
Lamentablemente -dice- Luis se enfermó y tuvo que cambiar de trabajo, haciendo cosas que no necesitan tanto esfuerzo físico, en ese momento me quedé a cargo del puesto, hasta ahora.
Con el paso de los años Marisol se fue haciendo un nombre dentro del negocio y por todo el estado se conoce de las bondades de la bebida que prepara, así como la excelente atención que brinda.
A punta de chicha se ha levantado el hogar García Useche. En la actualidad los tres retoños de esta familia cursan estudios universitarios, con el fiel propósito de prepararse para el mañana. "Mis hijas estudian Ingeniería Agronómica y mi hijo, Derecho, todos en la Universidad Rómulo Gallegos, en San Juan de Los Morros".

RENTABILIDAD AL TOPE

Como muy productivo califica la experta chichera su negocio, pues asegura que no hay un día que la mercancía se quede fría, siempre hay demanda.
Jueves y viernes son los más productivos, "debe ser porque la gente cobra y tiene dinero", agrega. El nivel de ventas depende del clima, pues cuando hace más calor, la demanda aumenta, porque refrescarse con una bebida bien helada es lo máximo.
Los precios van de acuerdo al bolsillo de los clientes, hace 14 años el vaso pequeño costaba 5 bolívares y el que le sigue 10; hoy el tiempo ha hecho de las suyas y "tenemos desde 700, 1.000, 1.500, 2.500, y hasta 3.000 bolívares el pote familiar".
"Vendo bastante, hasta seis tobos de 44 litros cada uno", eso equivale a 264 litros diariamente, cantidad que genera una ganancia significativa a la emprendedora, quien hasta pensó franquiciar el negocio, pero el resultado no le agradó y tuvo que olvidarse por un tiempo de la idea.
"Intenté abrir otro punto pero la persona que puse no sabía mi fórmula y diluía mucho la mezcla, dejándola más líquida, menos espesa, lo cual no es característico de mi chicha, entonces no funcionó".
El punto en donde está ubicado el puesto es estratégico, tanto para ella como para los comerciantes vecinos. Y es que la chica resulta ser un atractivo para el lugar, pues trae clientes.

UNA DELICIA EN CADA SORBO

El alimento es preparado a base de arroz cocido, leche en polvo, vainilla, azúcar y caramelo para darle color. Al servirlo se agregan canela, leche condensada y un toque de lluvia de chocolate.
El secreto viene desde la ciudad de San Cristóbal, tierra que dejó la comerciante hace 20 años, para establecerse en la entidad aragüeña. "Esto es un alimento natural y lo mejor es atender bien a la gente, para que se sientan bien".

Fuente: Diario El Aragueño - Revista Negocios

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