martes, marzo 15, 2011

Alberto Arvelo Ramos, Honestidad

Alberto Arvelo Ramos (Caracas, 1936 - Mérida 18/07/2010) se despidió en versos y prosa. Hijo de Alberto Arvelo Torrealba y padre del cineasta del mismo nombre, el arte siempre ocupó un lugar importante en su hogar. Su abuela, Atilia Torrealba, fue una importante poetisa de Barinas, y los tíos de su padre, Alfredo Arvelo Larriva y Enriqueta Arvelo, fueron también conocidos en el mundo de la poesía y las letras venezolanas.





Poeta, narrador y ensayista fue profesor jubilado del Departamento de Filosofía de la ULA, fundador de la Zona Libre Cultural, Científica y Tecnológica (Zolccyt) de Mérida. Coordinador de la comisión para elaborar los nueve proyectos de la «Ley de la Zona Libre Cultural, Científica y Tecnológica, de Mérida». Director general de la Zolccyt del Estado Mérida, 1991-2002. Coordinador del proyecto «Escuela Nacional de Cine y Televisión, ULA-Conac» (aprobada como licenciatura por el CNU en 1995, bajo el nombre de «Escuela de Medios Audiovisuales», 1988-1989. Coordinador de la comisión de creación de la Maestría de Filosofía (opera desde 1989), Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Cinematografía, Productor de tres largometrajes, 1985-1986, Director General de Cultura y Extensión, ULA 1982-1984.




Entre sus publicaciones están Poemas de Enero (1975) Juan Félix Sánchez. Fundación La Salle para el Avance de la Ciencia (Caracas, 1981), Laguna (1983), El Violín de Los Andes (1991, En Defensa de los Insurrectos. Colección Ciencias Sociales (1992), El Cuatro (1993), El Dilema del Chavismo (1998), Debate Constituyente en Venezuela (1999), La Bandola Venezolana (2001), Honradez (novela), en prensa, (Caracas, Alfadil Ediciones, 1990-1965).



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Todos estamos adoloridos por su viaje", dijo el poeta andino Ramón Palomares, quien recordó especialmente al Arvelo Ramos de 1975, cuando lanzó Poemas de enero. "Recuerdo su alegría y extroversión. No era un poeta introvertido, sino amigable, cariñoso y leal. En aquellos poemas reboza alegría, profundidad, espontaneidad...".
El historiador Manuel Caballero destacó a Arvelo Ramos como una figura de gran importancia para la cultura venezolana, un "hombre de pensamiento y acción". Valoró especialmente el libro El dilema del chavismo, de 1998: "En principio, algunos pensaron que era un libro en apoyo a los insurrectos, pero no es así, cuando uno lo lee hay una gran evolución".
Otro tanto agregó el escritor y profesor de la Universidad de Los Andes (ULA), Ricardo Gil Otaiza, quien se refirió al desaparecido artista como un "baluarte" y un "ícono". "Es una enorme pérdida que deja profunda huella en el mundo intelectual"; comentó.
Gil llegó a compartir con Arvelo Ramos en concursos literarios y lo recuerda como un hombre "sensato, equilibrado, bien formado y de criterio universal". Precisamente, su "pensamiento universal" es lo que más valora en su obra. "Muchas veces los artistas nos regodeamos en nuestra creación y nos hacemos impermeables. La obra de Arvelo nos debería llevar a la reflexión".
El cineasta y profesor de la ULA, Leonardo Henríquez, escribió: "Hombres como Alberto ya no existen. Perteneció a una generación con una visión del país única y particular, de intelectuales lúdicos, militantes y aventureros, que soñaron con una Venezuela improbable, y que lucharon contra toda manifestación autoritaria".


Una voz recién extinta del firmamento poético criollo una vez enunció, vehemente:



"Vengo dispuesto a tu desafío.

Acepto e invoco

tu ira calcinante.

Vengo dispuesto

a la pureza de tus uñas.

A que me arranques

tiras de silencio.

A que destroces mis bosques interiores.

A que desnudes, como una piedra. A que desraíces las hebras

de mi pasto.
Vengo dispuesto al tigre afilado de tus ojos.

Conozco una mañana negra en tu gris.

Conozco el amanecer, la mañana de plenilunio, la luna oscura de tus ecos, la ternura que hiere más que los astros invisibles. Conozco tu calma. El azul tenebroso de tu alegría.



Fuentes:

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