Terapia génica contra el cáncer
Un venezolano lidera un tratamiento que revoluciona el combate oncológico. La investigación, que se desarrolla en el Instituto de Oncología de la Universidad Loyola en Chicago, se concentra en fortalecer a las llamadas "células asesinas", que son las que combaten a las cancerosas.
miércoles 28 de marzo de 2012 12:00 AM
Cuando alguien se enferma, dentro de su organismo se desata una verdadera batalla entre las células infectadas y las defensoras. Cuando se trata de cáncer, la batalla es aún más intensa y larga.
Una investigación sobre una nueva forma de enfrentar el cáncer se concentra en fortalecer a las llamadas "células asesinas", que son las que combaten a las cancerosas. El estudio lo desarrollan científicos del Instituto de Oncología de la Universidad Loyola, en Estados Unidos, y el autor líder de la investigación es un venezolano, José Guevara-Patiño.
El sistema inmune está conformado por varios tipos de células. Algunas de ellas son las llamadas "presentadoras" porque se encargan de "presentar" una muestra del virus, bacteria o componente cancerígeno a las células defensoras instruyéndolas sobre qué deben hacer.
El gran problema es que el cáncer revierte la función de las células que ayudan a fortalecer a las células "asesinas" que, cuando no reciben ayuda inmunológica, se convierten en disfuncionales en la guerra contra las células cancerosas.
Una investigación sobre una nueva forma de enfrentar el cáncer se concentra en fortalecer a las llamadas "células asesinas", que son las que combaten a las cancerosas. El estudio lo desarrollan científicos del Instituto de Oncología de la Universidad Loyola, en Estados Unidos, y el autor líder de la investigación es un venezolano, José Guevara-Patiño.
El sistema inmune está conformado por varios tipos de células. Algunas de ellas son las llamadas "presentadoras" porque se encargan de "presentar" una muestra del virus, bacteria o componente cancerígeno a las células defensoras instruyéndolas sobre qué deben hacer.
El gran problema es que el cáncer revierte la función de las células que ayudan a fortalecer a las células "asesinas" que, cuando no reciben ayuda inmunológica, se convierten en disfuncionales en la guerra contra las células cancerosas.
Los investigadores de la Universidad de Loyola buscan que las células asesinas cumplan su función a cabalidad. Si se logra, este nuevo tratamiento ayudaría a combatir el cáncer e incluso el VIH, virus que causa el Sida.
"Nuestra investigación trata de compensar esta falta de ayuda a las células asesinas. Si se les activa el receptor que tienen en su superficie, pueden recuperar su función original", explica el médico, quien trabaja en este campo desde hace 10 años y es, también, profesor asociado de la universidad.
El objetivo lo lograron con terapia génica. En estudios con animales, comprobaron que se puede suministrar, sobre la superficie de la célula CD8, un gen que logra reactivar su función de asesina.
"El gen se inyecta en la piel, apenas a nivel de la epidermis. La célula presentadora lo reconoce, lo presenta y logra que la CD8 interactúe con él y entienda que debe aniquilar a las células cancerosas", explica.
El ADN liberado logra reprogramar la célula de forma que, además de convertirla en asesina, le otorga memoria para que repita la operación tantas veces como sea necesario. "Eso es muy importante porque, si careciera de memoria, sólo otorgaría un alivio temporal. En cambio, con este tratamiento, se mantiene la protección", añade el especialista.
Esta vacuna terapéutica y curativa se encuentra ya en fase de prueba con animales. Cuando se aplica en forma profiláctica ha registrado un porcentaje de éxito de 90%. Los reportes son también alentadores cuando el tratamiento se aplica en casos de metástasis que es lo que, a fin de cuentas, mata al paciente. "El éxito en estos procesos es de 50%", comenta el investigador.
Los resultados que hasta los momentos arroja la investigación indica que este tratamiento experimental es muy eficaz en el combate contra el melanoma -el más agresivo tumor de piel-, contra una amplia variedad de cáncer de mamas y de próstata. Ha sido muy exitosa en combinación con la radioterapia, que destruye la arquitectura del tumor y facilita el trabajo de las células asesinas. Si el paciente está en quimioterapia es preferible aplicar la terapia génica posteriormente y si se van a operar, inmediatamente antes o después.
"Hemos logrado desarrollar este proceso con altos estándares de seguridad, sin toxicidad para el paciente. Estimamos que, en Estados Unidos, podríamos empezar la fase clínica de la investigación en un par de años y nos encontramos en conversaciones con médicos de Caracas para evaluar su aplicación en Venezuela", comenta.
"Nuestra investigación trata de compensar esta falta de ayuda a las células asesinas. Si se les activa el receptor que tienen en su superficie, pueden recuperar su función original", explica el médico, quien trabaja en este campo desde hace 10 años y es, también, profesor asociado de la universidad.
El objetivo lo lograron con terapia génica. En estudios con animales, comprobaron que se puede suministrar, sobre la superficie de la célula CD8, un gen que logra reactivar su función de asesina.
"El gen se inyecta en la piel, apenas a nivel de la epidermis. La célula presentadora lo reconoce, lo presenta y logra que la CD8 interactúe con él y entienda que debe aniquilar a las células cancerosas", explica.
El ADN liberado logra reprogramar la célula de forma que, además de convertirla en asesina, le otorga memoria para que repita la operación tantas veces como sea necesario. "Eso es muy importante porque, si careciera de memoria, sólo otorgaría un alivio temporal. En cambio, con este tratamiento, se mantiene la protección", añade el especialista.
Esta vacuna terapéutica y curativa se encuentra ya en fase de prueba con animales. Cuando se aplica en forma profiláctica ha registrado un porcentaje de éxito de 90%. Los reportes son también alentadores cuando el tratamiento se aplica en casos de metástasis que es lo que, a fin de cuentas, mata al paciente. "El éxito en estos procesos es de 50%", comenta el investigador.
Los resultados que hasta los momentos arroja la investigación indica que este tratamiento experimental es muy eficaz en el combate contra el melanoma -el más agresivo tumor de piel-, contra una amplia variedad de cáncer de mamas y de próstata. Ha sido muy exitosa en combinación con la radioterapia, que destruye la arquitectura del tumor y facilita el trabajo de las células asesinas. Si el paciente está en quimioterapia es preferible aplicar la terapia génica posteriormente y si se van a operar, inmediatamente antes o después.
"Hemos logrado desarrollar este proceso con altos estándares de seguridad, sin toxicidad para el paciente. Estimamos que, en Estados Unidos, podríamos empezar la fase clínica de la investigación en un par de años y nos encontramos en conversaciones con médicos de Caracas para evaluar su aplicación en Venezuela", comenta.
Fuente: Diario El Universal
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