sábado, junio 17, 2006

Nadie deja pasar un tequeño

El tequeño, ese ilustre desconocido internacional, es en las fiestas venezolanas lo mas democrático que se puede degustar sin importar que se celebra o quien celebra. En Venezuela decimos que es un "pasapalo", cuya ámplia traducción sería un abreboca, entremés, aperitivo, botana, tapa o cositas para "picar".

El artista plástico Enríque Enriquez escribió en tono jocoso el libro "Nadie deja pasar un tequeño" y dedica un espacio al tequeño desde el punto de vista gastronómico en el cual entrevista a el Dr. José Rafael Lovera y al Dr. Armando Scannone, entre otros.

Al igual que en las fiestas, la presencia de los tequeños en el recetario venezolano ha sido una constante junto a platos de tanta tradición como las hallacas, el pan de jamón y el dulce de lechosa.

La esencia de El tequeño radica en el queso y en la masa. Esta última puede variar según el gusto y la preferencia de los comensales.
Es un bocado apetecible a cualquier hora del día. No suele repugnar, gusta a casi todo el mundo, no tiene olores fuertes y es muy fácil de comer, pues no ensucia, no se hace migajas ni es aceitoso al tacto.
La receta para su preparación es muy fácil. Con sólo mezclar un poco de harina de trigo, mantequilla, huevos, sal, agua y aceite, se obtendrá una pasta elástica y homogénea que le da vida a este rico producto alimenticio que se puede elaborar en diferentes tamaños. El queso es su relleno natural y predilecto. Pero con el pasar de los años y la fusión de diversas culturas gastronómicas se han incorporado otros complementos como el jamón, la salchicha, las frutas y las mermeladas entre otros, para aumentar sus variedades y difundirlas a otras localidades.
Su aceptación para quien lo prueba es inmediata y se podría convertir en el rey de las fiestas y las reuniones sociales fuera del país.

Los gourmet de Helena
Helena Ibarra le apuesta fuerte a los sabores autóctonos y sus tequeños de queso de cabra caroreño son un número ganador. La chef es bien conocida por la elaboración de platos gourmet con denominación de origen: “Estoy dispuesta a demostrar la calidad que hay en los productos que se elaboran en varios lugares de Venezuela, lo cual conjuga ese interés con mi pasión desde hace 25 años por darle un vestido de fiesta a lo nacional”. En el caso de los tequeños no fue un traje de gala lo que hizo Helena sino un traje de baño: “En su hermetismo de pan al final, harina y agua con queso tenían la gracia del queso derretido y su capa servía de coraza ante el diabólico calor que a más de 80°C transformaba el queso en chicle, perdiendo todo su esplendor lácteo. En un reto audaz me propuse quitarle esta camisa de fuerza y brindarle algo más de textura dándole al tequeño su vestido de playa en malla de soda: unas burbujas, mucha agua y los polvos de harina necesarios para estructurar y nació el Tequeño Colección Verano 2000, con su queso de cabra más compacto y perfumado que permite mayor temperatura con estas escasas vestiduras”. Servidos con salsa de papelón, chispas de remolacha e hilos de radicchio, los tequeños de Helena constituyen un desafío a la tradición y al paladar. Sin duda un cinco estrellas.

Doña Teque: en la variedad está el gusto
Hace dos años, y por necesidad, Verónica Vásquez tomó una receta de su abuela y comenzó a hacer tequeños para la venta. Su amiga —y actual socia— María Clementina Curiel le sugirió sustituir el queso por otros rellenos y comenzó la experimentación (la masa también sufrió cambios, pues hubo que añadir conservantes). El resultado tuvo tanto éxito que pronto la cocina le quedó pequeña a Verónica, quien se mudó a un local de 50 metros en Maracay y metió más manos en la masa para aumentar la producción. En diciembre de 2004 constituirían formalmente su empresa: Doña Teque. “Queríamos internacionalizar el tequeño con sabores más allá del queso venezolano y demostrar su versatilidad”, cuenta Verónica.Nueve sabores componen hoy la oferta de Doña Teque: tradicional, capresa, cebollín, cuatro quesos, jamón serrano, cangrejo, salmón, chocolate y guayaba y queso. Los tequeños (de 6 cm de largo) vienen presentados en bandejas de 25 unidades y pueden freírse u hornearse. “En Maracay se vende mucho el de cangrejo y en Caracas el de salmón”. Al contrario de la masa de sus tequeños, Doña Teque va creciendo, mientras la búsqueda de nuevas variantes —como un tequeño de plátano y otro de jojoto— continúa.

Tequechongos: de la sala de fiesta a la sala de cine
La empresa Tequechongos, creada en febrero 2002 y dedicada a la fabricación, distribución y comercialización de snacks al estilo casero, logró a mediados de ese mismo año una alianza estratégica con Cinex. El estreno vendría poco después con la inauguración de siete salas en el Centro Comercial San Ignacio y los tequeños obtuvieron la aceptación inmediata del público. Tequechongos comercializa papas fritas naturales y tequeños preparados con una receta casera, en tres sabores: tradicional (elaborados con queso de la marca Paisa), con jamón ahumado, y dulces (con papelón o “golfiados”). Su producto estrella también puede verse en formato video en varios clubes capitalinos, donde se vende empacado y congelado, o adquirirse de paso en los carritos de las franquicias en varios centros comerciales, en un cono que trae de cuatro a siete tequeños listos para comer. Pero como no todo puede ser diversión, estos tequeños también se degustan en las universidades. Es un hecho probado que, en la sala o el salón, el tequeño cautiva a las audiencias.

Freír y gozar
Son varias las panaderías y pastelerías que disponen de tequeños de su confección para la venta, además de las opciones comerciales que se encuentran en la sección de congelados de los supermercados. Entre éstas se cuentan K-t-dra y Gressi; Proalca, que ofrece una variedad de jamón y queso además del tradicional y el tequeñón; Trifo Gliatti, Bocados, P-queñón, y Confituras del jardín, con unos exóticos tequeños de plátano pintón rellenos de queso. En masa de hojaldre destacan las marcas Kremess y Las Tías, con diez años de experiencia. De esta empresa cuenta Evasenair Carrera que sus tequeños pueden adquirirse tanto en supermercados como en su propio local del C.C. San Luis. El secreto de su éxito: un queso un poco más denso y que se derrite sin desaparecer, resguardado por la masa de hojaldre de Lilia.
Una de las fórmulas para la masa :
En cuanto a los ingredientes para la masa, Pirella dijo que para preparar 100 tequeños basta con un kilo de harina de trigo todo uso, 4 huevos, sal, 150 gr. de margarina sin sal y 2 cucharadas de aceite de oliva. Esta misma mezcla se usa para elaborar los enrollados con tocineta, queso mozarella, tomate y albahaca, guayaba con queso y queso de cabra.

Varias formas de cocción
En sartén: Calentar previamente el aceite a fuego máximo.Freír los tequeños volteándolos por espacio de dos o cuatro minutos, o hasta que se doren completamente. Si el queso comienza a ser visible hay que retirarlos del aceite.Colocar sobre papel absorbente, enfriar 1 ó 2 minutos y servir sólo o con la salsa de su preferencia.
En freidora: Calentar previamente el aceite a 190ºC.Freír los tequeños moviéndolos en la cesta durante 2 ó 3 minutos o hasta que estén dorados.
En horno: Precalentar el horno a 250 ºC.Colocar los tequeños en una bandeja grande engrasada.Hornear por 6 u 8 minutos.

Fuentes:
E-Temas (El Universal)
Diario El Tiempo

1 comentario:

Jorge dijo...

Hola Nima, te felicito por tu trabajo. Sds.