lunes, septiembre 20, 2010

Se nos fue Graterolacho

El humorista, creador del semanario El Camaleón y del programa de TV con el mismo nombre, dejó de escribir sus versos llenos de risas e inteligencia luego de 75 años de vida




Hasta Siempre Graterolacho  1935-2010



Mayelit Valera 





Ya no más inventos y rimas saldrán de la mente de Manuel Graterol. Su ingenio, lleno de poemas, de versos y de crítica, se extinguió este viernes 11 de junio luego de 75 años. Decidió ir al encuentro con su viejo amigo Lumute (Luis Muñoz Tébar) para hacer, nuevamente, El Camaleón.


Según informa el también humorista Rolando Salazar, una afección pulmonar provocó la muerte del querido Graterolacho en la tarde de este viernes 11 de junio.


Hasta el último momento, se mantuvo activo con su torrente creativo. Su cuenta de Twitter (@GRATEROLACHO), seguida por 32.819 personas, expresó su último tweet el pasado lunes 07 de junio. Como siempre, en rima: “Ahora tengo la garganta/ comenzándome a doler/ y me dispongo a comer/ sin papa el sapo no canta”.

Por eso hoy el humor está de luto, y la risa le da un espacio al silencio para despedir a este gran hombre de las letras, quien ha dejado un vació en los escenarios al ser un personaje irreemplazable, una mente brillante y perspicaz que nada lo detenía, siempre estaba dispuesto a participar en lo que fuera, sólo por hacer reír a su público, y con humor revelaba sus inquietudes y hacía reflexionar a sus seguidores.
Hoy de seguro no estará callada, y desde el cielo nos estará echando un chiste, pero ahora serán los ángeles quienes compartirán sus ocurrencias, porque su voz no se callará nunca, sus palabras siempre estarán presentes, y más vivas que nunca, caminarán por el periodismo, el humor y los espectáculos.

Amigo incondicional  
El consagrado humorista de 75 años, creador del semanario El Camaleón y columnista del diario El Nuevo País, falleció ayer luego de haber sufrido una neumonía y haber estado internado - desde el jueves - en terapia intensiva, así lo confirmó su amigo y colega Rolando Salazar vía telefónica el día de ayer cuando confirmó la noticia por Globovisión.
Sobre su incondicional amigo expresó: "Tenía una lealtad incondicional a sus amigos, un reconocimiento al trabajo de los demás, un punto de crítica cuando lo necesitábamos. De Manuel podemos decir que era un venezolano preocupado, con un sentido de lucha e integral, que consagró su vida al país con sinceridad y con un profundo amor a Venezuela; es una gran pérdida", dijo Salazar.
Otro de sus compañeros y amigos, Napoléon Bravo, manifestó lo siguiente: "Estoy impactado, un hombre lleno de vida. Hace un mes hablábamos de un proyecto que íbamos hacer aquí en la Isla de Margarita. En verdad me duele muchísimo, me duele por Lourdes, su esposa, sus hijos, por nosotros sus amigos y por   Venezuela. Era un gran compositor y como ser humano un hombre excepcional. A través de su humor nos hacia sentir mucho mejor, siempre con sus críticas constructivas que hacia reflexionar al país, estamos de luto". 
"Se ha ido un gran hombre, un hombre que amaba a Venezuela, siempre con sus coplas y sus versos. En verdad estoy impactada por Dios. Lo lamento muchísimo, fuimos grandes amigos, recuerdo mucho sus coplas, sus versos, puras cosas buenas, tenía un gran sentido del humor. Cuando trabajaba en la publicidad se destacó mucho y siempre habían muchos cuentos de él, era comiquísimo", señaló la cantante Mirla Castellanos.
Con la voz llena de sentimiento comentó su gran amigo Cayito Aponte: "Es un golpe muy duro, se fue un hombre que siempre luchó por su país. Siempre tuvo la palabra exacta para las circunstancias, para hacer sonrisas y coplas. Recuerdo que éramos más que compañeros, éramos hermanos todos los 6 de abril yo lo llamaba, porque era su cumpleaños, y el me llamaba el 22 de abril, era una llamada obligatoria, Lamentablemente se quedaron tres proyectos engavetados, él sabrá ayudarme para llevarlos adelante, esa es su obra, y hacerle un homenaje a mi querido sapo Graterolacho".

Historia de humor
Gaterolacho nació en Turén, Portuguesa, aunque siempre se identificó con Caracas, la ciudad de la que se consideraba como el "segundo hijo". De profesión publicista, pero se destacó como humorista, escritor y guionista de programas radiales y de televisión. En una entrevista comentó que su incorporación a los medios no fue fortuita. Se inició en la televisión con "El show de las 12" y "El show de Joselo". 
En la radio comenzó cuando apenas estaba en bachillerato, en un programa llamado "La hora del liceo", por Radio Acarigua. Libretista de los programas "Media hora con Joselo y Simón" y "Julián y Chuchín, dos vivianes de postín". Escritor y conductor, junto a otros destacados humoristas de "Rueda Libre" y "El camaleón", éste último ha sido una de sus máximas creaciones pues simultáneamente circuló como semanario y se transmitió por televisión hacia la década de los 80.


Fuente: El Impulso

miércoles, septiembre 08, 2010

Esdras Varagnolo, el venezolano que ilumina en Pixar

Toy Story 3, el más reciente proyecto en el que ha trabajado el merideño Esdras Varagnolo como director técnico de iluminación, aunque ha estado involucrado en todas las películas que los famosos estudios de animación han producido en los últimos cinco años.

Todo en Domingo conversó con él sobre la experiencia de ponerle luz a las escenas de los filmes animados más populares del planeta



http://impresodigital.el-nacional.com/suplementos/2010/06/06/

Todos los niños se sienten orgullosos al contar en el colegio qué hacen sus padres. Pero no todos pueden decir: "Mi papá trabaja en Pixar".

Quienes sí lo pueden hacer son los dos hijos, de 7 y 9 años, del venezolano Esdras Varagnolo.

"En el colegio son como pop- stars", bromea el padre, que se desempeña como director técnico de iluminación en los famosos estudios de animación y asegura que una de las razones por las que se decidió a trabajar con los responsables de películas tan exitosas como Toy Story o Buscando a Nemo, fue precisa- mente por sus pequeños.

"Yo quería compartir mi trabajo con ellos, lo que estaba haciendo en Los Angeles eran puras películas de acción, violencia y desastres", dice con un español que parece haberse ido diluyendo en los 13 años que lleva viviendo en Estados Unidos. Antes de que trabajara en los filmes animados Cars (2006), Ratatouille (2007), Wall E (2008), Up (2009) y ahora Toy Story 3, el nombre de este merideño de 33 años, estuvo entre los créditos de efectos especiales de películas como Swor- dfish, Star Trek: Nemesis y El día después de mañana.

De cómo cambian los sueños. Cuando Varagnolo decidió abandonar los estudios de Arquitectura, pues su idea era aprender a animar en 2D. "A mí no me gustaban las computadoras", dice quien recuerda como favoritos los dibujos animados que marcaron la generación a la que pertenece: desde Bugs Bunny hasta Ma- zinger Z, pasando, no faltaba más, por los clásicos de Disney como Pinocho, Alicia en el País de las Maravillas o Los 101 Dálmatas.

Pero no llegaba en el mejor momento de la industria de animación tradicional, que ya en esa época ­finales de los años 90­ se veía prácticamente desplazada por la era de la animación digital. Trabajó dos o tres meses en AnimAction, un programa de talleres para estimular la creatividad y el espíritu de colaboración en niños y jóvenes a través de la animación, para luego, gracias a una amiga, comenzar a trabajar en una empresa audiovisual como asistente de producción. "Era el que llevaba el café", dice para resumir sus responsabilidades en ese puesto. Pero luego, al ver lo que allí se realizaba, comenzó a interesarse en el diseño 3D. "Como no estaba haciendo nada más, me senté en los equipos y aprendí".

A los seis meses comenzó a haber más trabajo y en la productora, le pidieron que ayudara con los backups de las escenas. "En ese momento me tuve que reconciliar con las computadoras", reconoce. Ahí hizo texturizado, efectos, animación, de todo un poco. "Me tuve que poner pilas con las matemáticas, llegaba a la casa a estudiar cálculo y física", cuenta. Luego pasó a trabajar en la empresa Digital Domain, dedicada a la animación y efectos especiales.

"Yo participé en la iluminación de Star Trek: Némesis, y como les gustó mi trabajo, me promovieron a supervisor de iluminación", relata sus comienzos en la compañía en la que permaneció durante casi cinco años.





De las explosiones a los rostros
. "Es más delicado cuando vas a iluminar un personaje, pues tienes que buscar la expresión de los ojos, las posiciones de perfil, la interacción con el ambiente, para que lo que se busca contar se lea lo mejor posible", dice Varagnolo al comparar su trabajo anterior, que implicaba la integración de efectos tridimensionales, y lo que hace en Pixar.

Una labor que, por ser virtual, casi siempre requiere de explicaciones: "Es bastante abstracto, pero realmente diseñar la iluminación de una escena digital es muy parecido a lo que se hace en un set normal. Hay bastante similitud con el trabajo de un director de fotografía. Lo haces bajo los mismos principios y el objetivo es enfocar la atención del espectador. Cuentas la historia con colores. Y el resultado final es una visión de todos los departamentos para llevar el foco a donde el director lo quiere", detalla.

La responsabilidad, después de cinco años en los estudios Pixar, es mayor. "Ahora me siento con el director artístico y el de fotografía para conversar sobre el diseño de la iluminación de las escenas y luego le indico al resto del grupo lo que se quiere lograr". En Toy Story 3 su trabajo comenzó en noviembre del año pasado. Una de las secuencias en las que trabajó en solitario es cuando Buzz Light Year, el célebre guardián del espacio, sufre un "reseteo" involuntario y termina hablando con acento español. Varagnolo no puede dejar de reír con sólo recordar la escena, y quienes han visto los cortes de la película entenderán en parte por qué. El resto, tendrá que esperar a ver el filme en el cine, porque él no suelta ningún detalle sobre la nueva historia de los juguetes. No lo hace ni con sus hijos: "No les quiero arruinar la sorpresa, pero los dejo picados", dice divertido.

"Vacílate la iluminación". Eso es lo que Varagnolo sugiere cuando se le insiste sobre lo que no hay que perderse de Toy Story 3. A parte de que hay que verla en la versión 3D, también recuerda que no hay que llegar tarde para poder disfrutar del corto que acompaña a la nueva película, ese detalle de Pixar al que los espectadores ya están acostumbrados y que muchos esperan con entusiasmo. El que se estrena junto a las aventuras de Woody y Buzz, se llama Día y Noche. Varagnolo también puso sus luces allí. "Es un corto profundo y delicioso. El mensaje es muy bueno y es la mejor ejecución en 3D que hemos hecho hasta ahora", dice orgulloso quien ya está trabajando en un nuevo corto y en el desarrollo de la segunda parte de Cars. Si todo lo que viene es como promete, habrá entonces que vacilárselo.


Fuente: Diario El Naciona-Revista Todo en Domingo

domingo, septiembre 05, 2010

Taita Boves: Repasando a nuestros caudillos

Libremente inspirado en la obra literaria Boves, el Urogallo de Francisco Herrera Luque, el reconocido director venezolano Luis Alberto Lamata lleva al cine la épica del más famoso antihéroe de nuestra historia


Por Carlos “Caque” Armas
 
Aquello del malo malísimo que se peina los bigotes al tiempo que ríe “muaca muaca” mientras planifica sus maldades, nunca funcionó para Francisco Herrera Luque. Tampoco lo hicieron los héroes independentistas inmaculados y pulcros, montados en plazas y pedestales exentos de humanidad. La historia la escriben los vencedores (y los que la puedan manipular), por eso su obra fascinaba y sigue fascinando por su forma de cuestionar lo mil veces dibujado y de fabular ciertas lagunas de la historia de Venezuela.


Cuando en 1972 publicó su novela acerca de José Tomás Boves -personaje desvirtuado hasta el cansancio por las vergüenzas y orgullos de historiadores, guerrero terrible, sanguinario y protagonista de leyendas-, ésta se convirtió en un éxito inmediato. Hoy es considerada como una de las obras indispensables de la literatura venezolana.

Entre quienes se devoraron los primeros tirajes de la novela en una sentada, estaba el padre de quien sería uno de los directores más destacados de Venezuela: Luis Alberto Lamata.
 
“Siempre me interesó mucho la historia, el cuento de qué había pasado antes. Buena parte de ese interés viene gracias a mi padre, quien disfrutaba narrándonos los cuentos de la historia de Venezuela muy, muy bien”, comenta el director. “Yo tenía como 15 años cuando mi papá leyó y comentó Boves, El Urogallo. Yo la heredé y devoré. Recuerdo que fue una lectura afiebrada, de esas que no se detienen. Me emocionó mucho, yo sentía que allí estaba reflejado el país de una manera que no había visto antes. Era interesante, con una forma novedosa de abordar nuestro pasado y las razones de los procesos alrededor de nuestra independencia.”




Poco después de la publicación de la novela, se hizo una adaptación para TV con guión de José Ignacio Cabrujas y con Gustavo Rodríguez en el papel protagónico. Era una de las cosas más redondas que se habían hecho en nuestra pantalla y el joven Luis Alberto ya tenía interés en el cine y la TV. Poco sabía que más de 30 años después, él y su productora Jericó LL Films llevarían a la pantalla grande su propia visión de Boves, El Urogallo.



“Taita Boves hay que verla como la visión libre y personal de un autor que respeta a un autor mayor como Herrera Luque. Si bien está inspirado en la novela, es una versión muy personal. Para mí, tiene sentido ser responsable de una mirada que posea parte de mis vivencias personales y de un país que 30 años después no es el mismo que cuando se publicó la novela”, cuenta Lamata.

-¿Qué cree que opinen los puristas y fanáticos del texto original?

-La integridad de la novela sigue intacta, traicionarla seria cambiarle puntos y adjetivos. La novela está ahí, tan maravillosa como es, me coloco entre los que le tienen mucho apego. Los más puristas tal vez van a echar en falta la parte de la novela que tiene que ver con El Pez que Escupe Agua, otra de las novelas de Herrera Luque, pero cinematográficamente implicaba un acercamiento distinto. Es una trama interesantísima, pero más propia de una miniserie.
 
-Esta es tu segunda película en co-producción con la Villa del Cine. ¿No temes que te vinculen con un cine gobiernero y propagandista?
-En absoluto. Boves es una circunstancia distinta en mi relación con la Villa. Miranda Regresa fue también una satisfacción, pero en ese caso, ellos me contrataron para dirigirla. Taita Boves es una co-producción. Se estableció una relación que permitió que la Villa fuera uno de los participantes y estoy muy contento con los resultados, tanto, que estaría dispuesto a trabajar con ellos otra vez. Sé que existen prejuicios, pero hay que aprender a navegar por encima de ellos. No podemos permitir que los extremos enfermos de ambos bandos afecten lo que debe ser la vida normal de un país. Los extremos intolerantes no dejan avanzar.
 
-Uno de los puntos fuertes de la película es la actuación de Juvel Vielma, un actor joven, de teatro, que al ver la película resulta toda una revelación.

-Empezando el proceso de buscar a Boves, pregunté mucho por gente nueva. Era un papel difícil, pues no sólo debía ser buen actor, sino tener un físico determinado. Debía montar a caballo, no tener más de 30 años, tenía que verse bien con el pelo rojo y, sobre todo, debía ser un actor que tuviera la pasión y locura que un personaje como Boves debe haber tenido. Preguntando llegué hasta Juvel, a quien vi por primera vez en un montaje de Héctor Manrique llamado Fin de Partida. Él hacía un papel extraordinario. Los castings son mentirosos, te cuentan poco de lo que es un actor. Yo, personalmente, prefiero otro tipo de acercamiento. Así que no hubo casting. Leímos algunas escenas, conversamos un poco y decidí que ese chamo era el Boves que yo me imaginaba. En el resto del elenco, también hay actores conocidos como Gledys Ibarra, Daniela Alvarado y Luis Abreu, por nombrar algunos. Si hay algo que me gusta de Taita Boves, es que combina nuevos y viejos actores.

Taita Boves se filmó en locaciones de Valle de la Pascua, en el estado Guárico. Ahí se recrearon batallas y exteriores en plena temporada de lluvias, cosa que complicó mucho el rodaje. Hubo escenas donde el barro le llegaba a los actores y al equipo, literalmente, hasta las rodillas.

-Taita Boves habla sobre un lado muy oscuro de nuestra historia independentista. De hecho, tengo entendido que la película se hace intencionalmente más sombría en la medida en que el personaje se hace también más sombrío. ¿Qué esperas que pase en el público cuando vea esta película?

-Me interesa que se lleven preguntas e inquietudes sobre lo que es el pasado de Venezuela. Siento que un país necesita tratar de comprender su pasado, que no es lo mismo que anclarse en él o creer que lo que pasó antes es una maldición que nos va a perseguir por siempre. Un país necesita su pasado para tener identidad, igual que uno necesita su memoria. En la película, lo que sigue al título es una pregunta: “¿Hasta dónde llega tu venganza, Taita Boves?” Tengo ganas de hacerles la misma pregunta a todos los venezolanos por muchas circunstancias del presente.

-¿Qué sigue para Lamata?

-Vacaciones nunca. Tengo guiones en proceso, dos proyectos paralelos a ver cuál consigue financiamiento. Como cineasta, si quieres adelantar, debes cargar con un baúl de ideas a cuestas. Por cada película que uno hace, siempre hay cinco o diez que se quedan en distintas etapas. Hay un par de ellas que espero puedan salir adelante.
 
Fuente:
Revista Sala de Espera

Héctor Velásquez Mejía, de Boconó a Washington

Antes de incorporarse a CNN en Español Héctor Velásquez Mejía fue, por espacio de 15 años, locutor internacional para Voice of America en Washington, Los Ángeles y Miami.

Tiene lo que se podría llamar un "vozarrón". Su tono coincide con esos locutores que no pasan desapercibidos cada vez que habla. Es una voz educada, melodiosa e impecable. Empezó a trabajar en ella desde que -a dúo con su padre- decidió que la radio sería su pasión. Esa idolatría por el micrófono empezó cuando apenas tenía 10 años. Hoy, más de 40 años después, no dejan de brillarle los ojos cuando habla de su experiencia inicial en la radio de Boconó, de su desarrollo en Mérida y luego en la cima como voz ancla de CNN y en La Voz de América.



por NILSA GULFO
imagen: ARMANDO SÁNCHEZ




Una voz desde Atlanta
Héctor Velásquez Mejía estuvo de paso por la ciudad de Mérida, esa que lo escuchó por más de 15 años en emisoras tan conocidas como Radio Universidad o Radio Cumbre. Ahora, desde la casa de su hija, recuerda cómo llegó a Estados Unidos: entrando por la puerta grande en el mundo de la radiodifusión.

De Boconó a Washington
Cuando Héctor Velásquez vio por primera vez un micrófono, lo hizo de la mano de su padre Rafael Velásquez Hurtado. Pionero de la radio en Boconó y visionario de todo lo que tenía que ver con el mundo del periodismo radiofónico. Allí -con apenas 10 años- dio sus pininos en la elaboración de noticieros y de espacios deportivos. "Mi papá era un periodista de esos que no estudiaron, pero que era una brillante pluma. Yo lo que hacía era grabar y copiar las noticias que tomábamos (por onda corta) de los noticieros nacionales e internacionales, así se armaban cuatro emisiones diarias".

Desde ese sitio, en Boconó, oía las noticias que se transmitían desde La Voz de América. Era un deleite escucharlas desde tan lejos. Eran mágicas y hasta parecían de otro planeta. Apenas lograba imaginar los rostros de esos señores que con impecable acento narraban todo lo que ocurría en el mundo. ¿Cómo olvidar aquel programa llamado Noticias Dictadas y que era conducido por el famoso locutor argentino Federico Schele? Desde ese pequeño cuarto, lleno de grabadores y máquinas de escribir, jamás imaginó que serían esas mismas voces las que un día le darían la bienvenida como compañeros de faena. Yo le conté a Federico sobre mi sueño y de cómo lo escuchaba allá en Boconó… creo que nunca lo creyó".

Pero así fue. El destino le hizo formar parte de una de las emisoras más importantes de Estados Unidos, luego de ver un aviso aparecido en 1985 en el diario El Universal que le guiñó un ojo. El aviso decía textualmente: "La Voz de América (VOA) solicita locutores para trabajar en sus estudios de Washington".

Como el que va a un campo de batalla, fue a Caracas y presentó las pruebas, improvisó, tradujo y narró en vivo, tal como exigían la convocatoria. Su contrincante más cercano en ese momento era el muy conocido Walter Martínez. Esto le hizo pensar que la competencia no era tan fácil. Sin embargo, se llevó el trofeo con todos los honores y a los tres meses ya estaba en Estados Unidos siendo parte del staff de locutores de la importante cadena. En esta emisora, caracterizada por cubrir los cuatro costados de Estados Unidos, duró 15 años hasta que empezó a formar parte del grupo de periodistas de CNN en Español. De su experiencia en la Voice of America tiene dos premios periodísticos.


El largo periplo por Mérida
La historia de la radiodifusión merideña le tiene un puesto importante a Héctor Velásquez. Aún cuando sus inicios en la radio fueron en la población de Boconó, su época de gloria la inició en Mérida.

No llegó a la Ciudad de los Caballeros, en 1965, para hacer carrera como radiodifusor, lo hizo porque quería graduarse en Ciencias Puras en la Universidad de Los Andes, cosa que no cumplió. Lo que si logró fue graduarse en Administración y consagrarse como locutor en varias radios de la ciudad. También logró hacer un posgrado en Administración en Estados Unidos (por medio de su trabajo como profesor en la ULA) donde aprendió a hablar perfectamente inglés.

Apenas graduado de bachillerato y con un certificado de locutor que lo obtuvo siendo menor de edad, Velásquez empezó a realizar pequeños espacio en Radio Universidad, una AM de largo camino en la ciudad. Allí su talento le hizo tomar ventaja y en poco tiempo estaba en la preferencia de la audiencia.

Pero -como el mismo dice- su época de oro la vivió en Radio Cumbre, otra AM de respetada experiencia, con altísima audiencia en la década de los setenta-ochenta. Acá la experiencia no fue sólo en espacios musicales sino en informativos y deportivos. Era la época en que se codeaba con respetadas voces como la de Jorge Villet Lupi, Omar Dávila Araque, Emiro Rivas Jerez, entre otros reconocidos locutores. Así estuvo hasta 1985 cuando la suerte le tocó a su puerta con un pasaje de larga estadía en Estados Unidos.




CNN: el gran guayabo
Héctor Velásquez Mejía todavía suspira cuando habla de su experiencia en CNN. Aún cuando no se queja del trabajo que realiza actualmente como traductor e intérprete del Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York, el oficio de periodista lo sigue perturbando. Después de ocho años como parte del equipo CNN, donde cubrió importantes episodios como el juicio a Michael Jackson y en donde llegó a ser jefe de redacción, dejó hace dos años ese trabajo. "Aún el vínculo no se ha perdido ni con CNN ni con La Voz de América". Asegura que aún no ha superado el "guayabo" de haberse ido de CNN, porque fue una experiencia inolvidable, pero las puertas se siguieron abriendo…y él siguió entrando a nuevas experiencias.


Fuente:
Revista Estampas
DOMINGO 3 DE ENERO DE 2010