miércoles, octubre 27, 2010

De Venezuela para el mundo

En Barcelona, Nueva York, Tokio, Buenos Aires, Río de Janeiro, Hawai, Berlín o París: el trabajo de varios diseñadores criollos se está apreciando y comprando en las más diversas latitudes,

José Roberto Coppola jcoppola@el-nacional.com

El diseño venezolano conquista al planeta

Con ganado mérito, las piezas de diseñadores locales logran reseñas de prensa en chino o italiano, se venden en rublos o coronas danesas, se alzan con premios lejos de estas latitudes y se venden desde Buenos Aires hasta Berlín. Desfilan en pasarelas en Acapulco o Tokio, se exhiben en vitrinas en Río de Janeiro, Barcelona, Hong Kong, Hawai o París y en boutiques propias en Australia o Panamá. La nueva generación de diseño emergente del país se apodera de todo el orbe



Desde los puntos cardinales más opuestos del planeta, varias marcas de diseño emergente venezolano están demostrando que pueden competir a igual en mercados cada vez más globalizados. Con más de 27.000 fans en Facebook, que vienen de los confines de tierras ajenas como China o Israel, la marca Hot Chocolate Design ­que se ha convertido en una firma de culto en el país­ no sólo ha conseguido reseñas en publicaciones en Taiwán, Ciudad de México o Barcelona. Además, ha logrado exhibir sus diseños en vitrinas en Gijón y Madrid y en una tienda itinerante en Chipre. "En Europa están cansados de sus propuestas, por eso hay un interés en Latinoamérica.

Somos una cultura colorida con productos de diseño interesantes", saca cuentas Carolina Aguerrevere, quien junto Pablo Martínez creó el concepto hace cinco años.

Venezuela tiene creaciones con propio lenguaje que se multiplican en el exterior con una ubicuidad que genera orgullo.



La diseñadora Marina Taylhardat, quien con su marca Ushuva ha sido reseñada en Vogue Latinoamérica y además ha conseguido que sus diseños se vendan en South West, Miami, coincide con esta idea: "Cada vez más personas en el exterior están rechazando las tendencias de las cadenas de tiendas y están buscando piezas innovadoras", resume. También hay quienes como Ana Patricia Laya, de la marca Objetito Sin Cultos, apostada en Buenos Aires, por propia iniciativa ha visitado tiendas para ubicar su producto en tierras sureñas. "Tienes que moverte para hacer que tus diseños entren en las tiendas", reconoce resuelta.

Con probado talento, el diseño alternativo cosido en Venezuela gana escena en otras fronteras.

Hay más ejemplos que lo confirman: marcas como Wearecat, basteada desde Maracaibo por Humberto Perozo y Carlos Elías Cabrices, exhibieron su audacia el año pasado en Ego Cibeles, la plataforma emergente de la semana de la moda de Madrid.



La merideña Neliana Fuenmayor logró lucir sus costuras en la pasarela de Japan Fashion Week.

Las joyas escultóricas torneadas en acero industrial imaginadas desde la remota Villa de Cura por el diseñador Gabriel Zimmerman se han lucido en publicaciones y pasarelas mexicanas, y la merideña Adriana Marín participó por concurso este año en Fitting Room, una plataforma de diseño en Madrid. Creaciones como la de Fabiana Kübler, que se consiguen en Londres o las iniciativas de la diseñadora Daniela Panaro con su firma No pise la grama, que ha conseguido reseñas en CNN en Español y un nuevo espacio de venta en Tenerife, se cuentan entre la avanzada de la omnipresencia del diseño criollo en el planeta.

Los conceptos locales de relieve se destacan en otras coordenadas. Con su trabajo de superposición de textiles, la diseñadora Adriana Rodríguez Magdaleno, de la firma BaraDuo, consiguió mostrar la filosofía de sus vestiduras en Glow In ­un evento de arte multidisciplinario en Barcelona­. Allí, con la colección Alegrías hizo un desfile-performance con bailarinas, acróbatas y payasos de circo.

DE APURE A MELBOURNE

En esas coordenadas remotas que se piensan imposibles, la diseñadora apureña Yamila Guédez, formada en joyería experimental en St. Martins College of Art and Design, en Londres, ha conseguido con esa algarabía incombustible de su temperamento inaugurar este año una boutique propia en Melbourne, Australia. Y allí propone, con su extravagante lenguaje artístico, accesorios de mucho arrojo.

Toda una hazaña para la moda emergente venezolana. Desde Oceanía, ese continente de horarios inversos, ya ha participado en semanas de la moda en Sydney en donde exhibe sus collares y zarcillos en maxiformatos y construidos en materiales experimentales. "Ahora tenemos propuestas que son capaces de competir afuera y, si nos lo proponemos, podemos llegar a donde queramos", sentencia la diseñadora que exhibe sus piezas en percheros de Barcelona y París. "Para entrar en otros mercados debes hacer un repaso por sus marcas puntas para asegurar tu permanencia, pero sin perder tu identidad", cuenta el diseñador Ferdy Torrealba, quien desde La Coruña diseña la marca Ferdy.

Ya afuera, esta generación de diseño emergente consigue laureles. La orfebre Samantha Fung, formada en Barcelona ­donde reside­ se ha destacado del resto con su línea Mapa Fung. Con una mención en la International Jewellery & Silver Design Fair y con el premio Enjoiat de joyería, en el que venció a más de 80 contendientes de todo el mundo, y que le fue otorgado por la Foment de les Arts i del Disenny en 2008 en Barcelona, ha mostrado que la creatividad venezolana tiene importe artístico. "Es muy difícil porque tengo que competir con los países nórdicos que tienen escuelas de joyería de muchos años y mucha tradición", deja en claro. Pero ella lo ha logrado. Y los reconocimientos se suman en este efervescente movimiento venezolano que además de destacarse acá se crece en la lejanía. En marzo de este año la diseñadora Vanessa Boulton, de la firma Vb Caracas, se alzó con el premio Creative Accessories Design Award 2010 en los días de Miami International Fashion Week para mostrar que la creatividad criolla puede estar, como lo hacen sus carteras, gracias a una estrategia de catálogos de propia inventiva, en vidrieras desde Hawai hasta San Juan de Puerto Rico. Y ella lo sabe: "Con cada colección aprendo a nivel práctico y estético. Lo importante es darle valor a la marca y ofrecer algo distinto en un mercado tan gigantesco como Estados Unidos".



ANILLOS QUE CRUZAN FRONTERAS

Fiel a sus preceptos que se atreven a demostrar que el lujo no siempre exige metales preciosos, Nayibe Warchausky, la diseñadora valenciana apostada en Milán, formada en diseño de joyas en el Istituto Europeo di Design y que ha trabajado en alianzas con Custo Barcelona, ha logrado que sus anillos ­maximalistas, angulares y volumétricos­ elaborados en tallas en Murano, no sólo se exhiban en la capital de la moda italiana, sino en vidrieras en Berlín, La Coruña y Río de Janeiro, sin dejar de tener presencia en Venezuela.

Piezas criollas por doquier.

El lujo también se exporta desde las iniciativas de diseñadores que manejan un lenguaje de sofisticado carácter. Con cueros italianos y peruanos, pajillas tailandesas y sedas hindúes, pero ingenio y factura venezolana, la diseñadora Liliana Ávila diseña carteras y sobres, con pruritos de exigentes acabados, que devienen en una glamorosa propuesta que se consigue desde Ciudad de Panamá hasta Londres. "Combino materiales que recuerdan al trópico con otros más elegantes.

Busco expresar el realismo mágico a través del lujo. La magia latina interpretada con elegancia", cuenta Ávila. Con similar intención, las hermanas Marta y Ana Sofía Tarbay, con un trabajo fue ingenua, pero el resultado fue de calidad internacional", señala Alvarado.

HUMOR QUE SE EXPORTA

Con un vigor de esos que no prescriben, la diseñadora Ana Patricia Laya, vehemente emprendedora del diseño emergente venezolano, ha conseguido desde tierras bonaerenses que su marca Objetito Sin Cultos se sitúe no sólo en estas tierras sino en varias vitrinas del país sureño y que además haya cruzado fronteras hasta Barcelona, España. Ella fabrica chapas, franelas y tarjetas con humor cotidiano y las diseña ­esquivando contratiempos de producción e insumos­ entre Buenos Aires y Caracas.


Hay creaciones que desde acá nacieron con visión cosmopolita. El diseñador Adriano Russell, con sus piezas étnico-vanguardistas, en las que utiliza desde plumas de faisán hasta cuernos de toro crea, desde su exotismo, para un mundo globalizado.

"Mi propuesta es internacional, pero cuando diseñas para otras ciudades tienes que adaptarte al mercado sin perder tu esencia del diseño", explica quien expone sus extravagantes alhajas de estrambóticas dimensiones en galerías de arte en Hong Kong y Miami, y que además tiene representantes en San Petersburgo y Milán. Por su parte, para la marca Querida Penélope, que confecciona trajes de baño con sobrias y arriesgadas siluetas que se asientan en la estética de los 50 y que elaboran con textiles que traen de Brasil y Nueva York, venden en Londres a través de una tienda virtual, desde donde empiezan a conocer su trabajo. "Estar afuera es un tema de desarrollo y a veces Internet es tu mejor amigo para el mercadeo", apunta Martha Polanco quien junto a Andrea Baranenko dirigen la firma.

En esta reñida lucha del diseño emergente venezolano en mercados globalizados ya hay muchas victorias afuera. Y las que faltan.
 
Fuente:

sábado, octubre 23, 2010

Julián Manrique, una referencia histórica de RCTV

“El nombre de Julián Manrique es el que más ha salido en cualquier canal de televisión, salió en casi todos los créditos durante 50 años”.
Julián Manrique aparecia como Jefe de Transmisión en todos los créditos del canal de televisión venezolano "Radio Caracas Televisión", desde que los venezolanos tenemos uso de razón así lo hemos leído en la pantalla.


Adios a un pionero

Julián Manrique fue una referencia histórica para el mundo de la televisión y su propia vida respiró ese aire de cambio que recorría a Venezuela en el año 1958. El mismo año que la dictadura perezjimenista era derrocada, entró a trabajar en RCTV como Asistente de Coordinación, bajo el tutelaje de Miguel Toro.

Coordinó por primera vez el programa Vida Salvaje con Alonso Gomero, y posteriormente se convertiría en el Jefe de Transmisiones del canal de Bárcenas, cargo que ocupó durante cinco décadas, viendo transformarse ante sus ojos y sus cámaras la televisión venezolana.

El 21 de octubre de 2010, falleció nuestro queridísimo compañero de labores Julián Manrique, quien desde hace más de 50 años laboraba en nuestra planta televisiva con una destacada trayectoria que lo convirtió en uno de los trabajadores más ejemplares de RCTV.

Manrique inició su carrera en Radio Caracas Televisión como espectador de los programas de Víctor Saume de "Gaby, Fofó y Miliky".
 
Su intachable trayectoria y la calidad con la que desempeñaba todas sus funciones lo llevaron a convertirse en el Jefe de Transmisiones de nuestro canal, función que le confirió la enorme responsabilidad de mantener la estación al aire, transmitiendo cada programa, cada promoción, cada cuña en su momento prefijado. Por mucho tiempo fue el gran operador del control maestro de la estación.
 Las anécdotas en torno a Julián Manrique ocurrían a diario, pues él fue el primer técnico de la televisión venezolana en sacar al aire una señal directa, vía satélite, en 1969 con la llegada del hombre a la Luna; fue el primero en ponchar una imagen a color en Venezuela; fue él quien interrumpió muchas veces los programas habituales para lanzar un boletín extraordinario de noticias.

Cuando a Julián Manrique se le preguntaba acerca de RCTV, él respondía: "Yo me considero Radio Caracas Televisión (...) A mí me pusieron un sello, así como se lo ponen al ganado: Radio Caracas Televisión. Yo he ponchado al aire casi todas las grandes transmisiones del canal. Radio Caracas Televisión ha sido pionera en todo. En unitarios, en novelas, cambió las estructuras de las novelas totalmente. Ha sido pionera en todo, inclusive hasta en denuncias.

Yo nunca he trabajado en otro canal. Es más, nunca he trabajado en otra parte. Así que realmente no tengo elementos de comparación, ni tampoco tengo interés ni ganas de comparar. La vida en el canal es muy agradable. Tú puedes departir con todos, incluyendo a los altos ejecutivos, sin mayores problemas".
 
CAMBIANDO LA TELEVISIÓN

En 1969, el mundo se movía a un ritmo distinto. Se respiraban consignas de cambio en todo el planeta, y en su planta televisiva, Manrique se preparaba para hacer historia en la televisión venezolana.

El 16 de julio de ese año, Manrique realizaba la primera transmisión vía satélite en el país: la llegada del hombre a la luna. Los televidentes venezolanos jamás olvidarán esa imagen, como tampoco olvidarán que fue este innovador quien “ponchó” por primera vez una imagen a color en Venezuela.

En el portal de información de rctv.net, se puede ver la siguiente declaración de Manrique: “Si a ti te gusta una cosa, no existe para ti navidad ni Viernes Santo, sino que lo haces y punto.”


Conoce más acerca de la vida de este ilustre compañero de trabajo a través del siguiente video:


Julian Manrique, dijo adiós...
Cargado por videosrctv. -






Entrevista Julián Manrique, jefe de transmisiones de RCTV



 
"Cuando la pantalla se puso negra, también se estaba muriendo una parte de mí"


SONIBERTH JIMÉNEZ

EL UNIVERSAL
Caracas, domingo 08 de julio, 2007  

Vestido con una franela que dice: "Se habla RCTV", una gorra con el antiguo logo de Radio Caracas Televisión y una chaqueta con la imagen del canal al lado izquierdo del pecho, justo donde está el corazón, Julián Manrique abre la puerta del Master del primer canal de televisión fundado en Venezuela.

Desde hace 48 años, Julián Manrique pertenece al staff de trabajadores de Radio Caracas Televisión. El jefe de Transmisiones de RCTV asegura que, desde el 27 de mayo -cuando la concesión no le fue renovada al antiguo canal 2-, su vida ha cambiado, su rutina no es la misma, inclusive su salud se ha visto afectada.

Orgulloso de sus años en la empresa, Manrique mantiene encendido el monitor que debería mostrar la señal al aire. Pero, como no hay transmisiones, solamente se puede observar un logo de RCTV, en movimiento.

-¿Cómo llegó a Radio Caracas Televisión?

-Yo era estudiante de segundo año del Liceo Caracas. Con un grupito de muchachos, veníamos a "colearnos" al canal. Tenía un tío (Mario Blanco) que trabajaba aquí. Me quedaron varias materias y mi tío me metió de office boy en Radiotel, una productora independiente. Eso fue en 1958. Todavía no había entrado en nómina.

-¿Desde cuándo está en el Master de RCTV?

-El 18 de marzo de 1959, entré como asistente de cámara, pero como era muy flaquito, no funcioné ahí. El 29 de septiembre de ese año, empecé en el Master y desde esa época estoy aquí. Primero fui operador de telecine, después pasé a operador de Master, supervisor de transmisiones y ya tengo muchos años como jefe de Master.

-¿Alguna anécdota en particular que lo haya marcado?

-El 26 de noviembre de 1992, estábamos en un acto del canal. Mi sorpresa fue cuando anunciaron una placa para el departamento de Master y aquello se cayó en aplausos. Todos se pararon en una ovación que duró más de cinco minutos... A nivel profesional, hay muchas cosas que contar, como cuando el hombre llegó a la Luna. La señal no le llegaba al estudio 10, pero me llegaba a mí al master. Con todos los problemas, pudimos hacer una transmisión perfecta.

-¿Trabajó el día del cese de las transmisiones?

-Vine a trabajar, pero a las tres horas me tuve que ir. No aguanté. Me parece muy injusto que por capricho de una sola persona se cierre un patrimonio nacional, el canal de televisión pionero de Venezuela, que ha sido primero en telenovelas, en noticias, en programas musicales... Me fui muy mal. En esos días, lloraba de noche. Todo eso hizo que el enfisema pulmonar se me alterara, igual la cervical que por los nervios está peor. Estoy en tratamiento.

-¿Vio el cese de las transmisiones?

-¿Cómo no lo iba a ver? Vi al ingeniero Edgardo Mosca, un muchacho que se formó aquí, y que hoy en día es vicepresidente de Infraestructura. Él se encargó de parar las transmisiones. Cuando la pantalla se puso negra, también se estaba muriendo una parte de mí. Sentí algo que no puedo describir. Pero mantengo la esperanza y tengo fe en que el canal va a volver.

-¿Su vida ha cambiado desde ese día?

-La costumbre te lleva a seguir viniendo para el canal, aunque sea un rato en las mañanas. Tampoco voy a pasar todo el día aquí en el master, sin hacer nada. Ahora en las tardes, veo películas como Casablanca o El ciudadano Kane, o biografías. También veo las noticias de Globovisión y el programa Buenas noches.

-¿Trabajaría en TVes?

-No, no trabajaría en TVes. Yo tengo principios.

Fuentes:
Tal Cual
El Universal
RCTV

miércoles, octubre 13, 2010

Tinedo Guía, quería cantar como Sadel



Con todo respeto se llama el disco con el que, por estos días, el periodista hace su debut como cantante, bajo el lema "hay que romper paradigmas".


por Pablo Ernesto Blanco Domingo 13 de junio de 2010


Imagine, por un momento, al mismo señor solemne que narra las noticias en la pantalla de su televisor, bailando salsa, contando chistes y entonando boleros. Sin duda, el cambio de faceta es contrastante pero, ciertamente, válido. Al menos así lo demostró Tinedo Guía, quien fuera, por dos décadas, ancla de El Observador (noticiero de RCTV). Y es que, actualmente, además de ser locutor del Circuito Actualidad de Unión Radio, el periodista afina los detalles del lanzamiento de Con todo respeto, su álbum debut en el que, bajo la producción de Nelson Alizo, entona boleros, ritmos venezolanos y hasta un pasodoble. Guía, quien hace poco venció un cáncer de próstata, cuenta que el título de este "primogénito" alude a la humildad con la que pretende rendirles homenaje a los compositores e intérpretes venezolanos y extranjeros que han marcado su banda sonora.

Años atrás, al comunicador social le tocó bailar en el extinto programa de concursos Aprieta y gana, en el que improvisó una coreografía para el Mambo Number 5, en versión de Lou Vega, asunto que le valió una parodia a cargo de Cayito Aponte en Radio Rochela. Pero la cosa era en serio. En 2006, participó en el reality show de baile Date con todo -también del Canal de Bárcenas- obteniendo buenos comentarios sobre sus habilidades.

En resumen, se trata de un hombre que, más allá de su rigurosidad en su rol de comunicador social, muestra, sin complejos, su vena artística. "Nelson me dice que no hace falta tener una gran voz para interpretar y transmitir. Me puso como ejemplo a Julio Iglesias, quien es uno de los mayores vendedores de discos del mundo sin ser un tenor". Y aunque este padre y abuelo de familia, de momento, no tenga la intención de superar a Iglesias, sí desea regalarle su afecto melódico a los venezolanos. Así lo cuenta en las siguientes líneas...



El "tubazo" Con que una "travesura melódica"...

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"Sí. Una muchachada es la génesis de todo esto. Yo era serenatero. desde que estudiaba bachillerato, en esa época en la que podías salir libremente de noche por Caracas a cantarle un bolero a la que te gustaba".

¿Quiénes integraban ese grupo de serenata?

"Mis amigos de la adolescencia en Santa Mónica. Yo tocaba las maracas y los tambores, y los demás entonaban las melodías del momento. Posteriormente, trataba de emularlos en mi casa. Porque aunque no me lo creas, el que menos cantaba en las serenatas era yo".

No cuesta creerlo, siempre fuiste tan serio... "No, hombre, si siempre he sido un mamador de gallo. En las fiestas era yo el que echaba los chistes, con una respectiva escenificación de las voces, dependiendo de la nacionalidad del protagonista del cuento y midiendo las reacciones de mi audiencia".

¿Emulabas a cantantes en la intimidad de tu cuarto?

"Trataba de imitar a Alfredo Sadel. Hay un sinfín de canciones interpretadas por él que me gustaba cantar, como esa que dice (y entona): 'Oh, señora María tú que estás en el cielo, dame paz y consuelo...' Pero qué va, no llegaba a sus tonalidades exquisitas".

En tus años de primaria, ¿perteneciste a alguna coral?

"Lo intenté y fui rechazado. El profesor Arconada, del coro del colegio San José de Mérida, me dijo: '¡Usted no entra!'. En ese momento pensé que había estado terrible. Hoy en día reflexiono que, a lo mejor, necesitaba voces atipladas y la mía, según los entendidos, es de barítono".

¿Tienes algún familiar cantante?

"Mi mamá tenía una voz hermosa, suavecita. Era una gran admiradora de Carlos Gardel y siempre tarareaba en casa temas como Caminito, Mi Buenos Aires querido y El día que me quieras".

¿Qué te han dicho tus hijos de esta faceta?

"Como los tres tienen oído musical, fueron muy duros con las grabaciones de prueba; de hecho, muchas de las correcciones de esta producción se las hicieron ellos. Hay una parte de la canción Criollísima (de Luis Laguna y Henry Martínez) en la que antes yo desafinaba. Y uno de ellos me dijo: ¿Tú no te diste cuenta de ese barranco que te tiraste ahí?' otros me han tildado de 'machista', por el hecho de que no haya una voz femenina incluida (risas)".

¿No invitaste a tu esposa a acompañarte?

"Ella canta muy bien, pero no quiso. Me dijo: 'Este disco es tuyo. Cuando hagas el próximo yo canto contigo'. Si es que hay un próximo".

¿Qué expectativa tienes?

"Que a la gente le guste. Hasta ahora, se lo he entregado a personas que sé que pueden hacerme una crítica constructiva sin destrozarlo. Como mi amiga Martha Palma Troconis (periodista de Globovisión), que me dijo: 'me fascinó tu CD. No puedo creer que cantes tan lindo y lo versátil que eres. Te faltó un reggaetón, lo interpretarías buenísimo'".

¿Qué pasa si lo "destrozan"?

"Bien dicen que 'si quieres ser criticado, haz algo'. Evidentemente, siempre habrá alguien que te critique o que se burle de lo que tú hagas. Pero la burla es una debilidad interna del individuo. Los psicólogos la llaman 'proyección'. Así que con quien se burle habrá que ser comprensivo. Para que el mundo evolucione hay que romper paradigmas. Si los científicos no lo hicieran, no tendríamos nuevas vacunas".

¿Cómo sería un show tuyo en vivo y directo?

"Me gustaría que fuese una suerte de reunión íntima, como lo son las presentaciones de Facundo Cabral, Alberto Cortés, Roberto Carlos o Armando Manzanero, donde todos nos sintamos identificados con lo que está pasando. Quizás cantaría con un micrófono inalámbrico, dándoles las letras impresas de las melodías a los asistentes para que las siguieran si les provocara".

¿Incorporarías el baile?

"Sí, pero no como Chayanne (risas). Me buscaría una pareja que fuera significando lo que dicen las letras".

En todo caso, los que han escuchado el disco ¿te han puesto algún apodo?

"Un amigo me dijo: 'por un momento pensé que era José Luis Rodríguez', cuando escuchó un tema del álbum que se llama Esta noche está para boleros. Pero no pretendo ser comparado con El Puma , que, cabe decir, es un artista extraordinario".

Y si, como cantante, te identificaras con un animal...

"Sería con la hormiga. Porque trabaja mucho y siempre está reservando algo para el futuro".

Pero no suena muy comercial "La hormiga Tinedo"...

"Pero, ¿por qué me tengo que identificar con un animal? Somos seres evolucionados. Aunque exista 'la pantera de Boston' (Donna Summer) o los Leones del Caracas. Y, ¡ojo!, yo soy de los Tiburones de la Guaira (risas)".

Con esta nueva faceta has mantenido la humildad por delante...

"Lo que me importa es la transmisión de una emoción y eso es lo que yo quiero lograr, sin ninguna vanidad".

¿Una canción para el país?

"Alguna que hablase de esperanza, respeto y unidad, de eliminar el egoísmo y enaltecer la riqueza espiritual por encima de la material, que es la que motiva la delincuencia. Tendría que ser una melodía dedicada, sobre todo, a la tolerancia".

pblanco@eluniversal.com



Fuente: Revista Estampas - El Universal