El despertar de los cabruncos, muestra individual del fotógrafo Paul Launois integrada siete retratos en blanco y negro de habitantes del Páramo andino de Los Nevados los cuáles, más allá de los rostros, captan la esencia de un pueblo laborioso y madrugador.
En agosto de 2007 Paul Launois, cámara en mano –motivado por los años vividos en la región-, se adentró en el poblado de Los Nevados, estado Mérida, con la intención de capturar con su lente la esencia del que considera un pueblo madrugador y laborioso, "de hombres, mujeres y niños de trigo, maíz y papa, que olvidamos que existen; el venezolano originario del que nunca debimos alejarnos". El resultado de este trabajo es El despertar de los cabruncos, una serie de siete imágenes en blanco y negro –básicamente retratos-, realizadas en formato 6 x 6, que reflejan esa esencia a la que se refiere Launois.
Por estar basada en retratos de sus habitantes, Launois quiso recuperar alguna de sus tradiciones o leyendas. "Llaman cabruncos a los espíritus que viven en el fondo de las lagunas y que al molestarlos y despertarlos generan una neblina muy espesa que tapa el paisaje casi de inmediato. En algunas ocasiones se le atribuye la desaparición de las personas que por ahí andaban. Los habitantes de los páramos creen mucho en las ánimas y los espíritus y por medio de ellos le dan explicación a algunos fenómenos naturales cotidianos".
Como fotógrafo, Launois comenzó su formación en Roberto Mata Taller de Fotografía, escuela donde ha tomado cursos con profesionales como Ricardo Jiménez, Ricardo Peña y el propio Roberto Mata; además, ha participado en expediciones fotográficas nacionales e internacionales. En el campo culinario, estudió hotelería en el Hotel Escuela de Venezuela en Mérida y, una vez graduado, realiza pasantías en la Escuela de Artes culinarias y Hotelería de Francia. Ha trabajado en importantes restaurantes del país galo -Guy Savoy, Hotel Sofitel, Hotel Ambassador- y de Venezuela -Citron Café, O'Club, Tantra, Europa, Le Gourmet, Tupe-; desde 2004 se desempeña como chef ejecutivo y socio de Antigua Bistro Italiano.
Por estar basada en retratos de sus habitantes, Launois quiso recuperar alguna de sus tradiciones o leyendas. "Llaman cabruncos a los espíritus que viven en el fondo de las lagunas y que al molestarlos y despertarlos generan una neblina muy espesa que tapa el paisaje casi de inmediato. En algunas ocasiones se le atribuye la desaparición de las personas que por ahí andaban. Los habitantes de los páramos creen mucho en las ánimas y los espíritus y por medio de ellos le dan explicación a algunos fenómenos naturales cotidianos".
Si bien Paul Launois es conocido por su trayectoria en el mundo de la gastronomía, en esta oportunidad nos presenta otra faceta que lo apasiona: la fotografía. "Desde que me acuerdo me he interesado por las imágenes, mis primeros intentos se dieron gracias a una Polaroid que me regalaron cuando era muchacho, de ahí y en adelante me han fascinado las cámaras y la fotografía, pero sin reparar demasiado en aspectos técnicos ni artísticos. Ya con mi carrera de cocina bien desarrollada decidí darle un carácter más formal a mi afición por la fotografía".
Como fotógrafo, Launois comenzó su formación en Roberto Mata Taller de Fotografía, escuela donde ha tomado cursos con profesionales como Ricardo Jiménez, Ricardo Peña y el propio Roberto Mata; además, ha participado en expediciones fotográficas nacionales e internacionales. En el campo culinario, estudió hotelería en el Hotel Escuela de Venezuela en Mérida y, una vez graduado, realiza pasantías en la Escuela de Artes culinarias y Hotelería de Francia. Ha trabajado en importantes restaurantes del país galo -Guy Savoy, Hotel Sofitel, Hotel Ambassador- y de Venezuela -Citron Café, O'Club, Tantra, Europa, Le Gourmet, Tupe-; desde 2004 se desempeña como chef ejecutivo y socio de Antigua Bistro Italiano.
Fuente: Analitica
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