El músico, de 30 años, tenía nueve semanas que no hablaba en su castellano natal. Por más de dos meses estuvo en la Academia del Festival estadounidense donde debía asistir a clases con maestros como David Zinmann, director de la Tonnhalle Orchester y emérito de la Baltimore Symphony; dirigir conciertos y recibir críticas de personal calificado. Muestra de ello es el galardón que acaba de recibir Carlos Izcaray en el Festival de Aspen, Colorado, donde recibió el premio James Conlon como el mejor director de orquesta, entre 17 jóvenes de Alemania, Finlandia y Australia, entre otros países.
"Es la primera vez que gano un premio de este tipo", indicó emocionado el joven, quien está invitado automáticamente para la edición del año que viene. "No es competitivo, sino un festival que incluye a artistas internacionales de todas partes y también es un curso, uno de los más reconocidos de todo el mundo", comentó Izcaray.
En un correo electrónico dirigido a su padre y al director Rodolfo Saglimbeni, entre otros, el joven relata que el galardón, "es uno de los cuatro premios de dirección del festival y fue creado este año", así que es el primero en recibirlo.
Carlos recuerda que desde muy niño se interesó por la música, también practicaba deportes y era aficionado, junto a su padre y hermanos, al beisbol, todos son magallaneros. "Mi profesor principal siempre ha sido mi padre, ha sido una formación bastante casera. Con la Orquesta Sinfónica de Venezuela fui el primer chelo hasta hace poco (febrero), y en el marco de los conciertos de la Sinfónica, comencé a incursionar en la dirección".
Carlos Izcaray explica que todo director concibe a la orquesta como un instrumento, "hay que ser un buen músico para que el instrumento suene bien, son las mismas horas de preparación, son importantes las horas de vuelo, hay que ser un músico preparado, y por el otro lado, hay una parte de manejo de personal, trabajas con distintas personalidades, instituciones".
El joven agrega que hay algo de la danza en la dirección orquestal. "Hay un elemento coreográfico que debería ir siempre en función de lo que suena. Pero de alguna manera es lo opuesto a la danza: la danza responde a la música; en este caso, los movimientos son los que determinan lo que suena".
Tras su salida de la Sinfónica, Izacaray trabaja para el Sistema de Orquestas Juveniles, al cual valora como un pilar fundamental en el área musical, con proyección internacional. "Me parece muy valioso el elemento de rescate social a través de la música, es un proyecto que estoy seguro de que se va a contagiar a muchos países".
De su colega Gustavo Dudamel dice: "Es sin duda un director fantástico y tomando en cuenta su talento, preparación y el punto donde está, estoy seguro de que va a estar en los altos planos de la dirección mundial por muchos años, lo cual me contenta".
El hijo de Felipe Izcaray destacó entre 17 jóvenes de todo el mundo
Director de orquesta, director en casa. Felipe Izcaray, importante músico y arreglista venezolano, fundador del Quinteto Cantaclaro, parece que lo hizo bien como padre de familia. Sus tres hijos, Carlos, Manuel y Samuel, siguieron sus pasos -sin ser obligados- y desarrollan una carrera brillante en Venezuela y el exterior.
Fuente: El Universal
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