viernes, enero 02, 2009

La Siburaca, almibar natural

El refugio de Mayrim Porras y Kiber Fernández, instructores de yoga y vegetarianos, fue bautizado como La Siburaca. La designación rinde honor a una abundante Ceiba radicada en el estado Bolívar que decora su estirpe con peculiares características: “Si la ves en cuatro momentos distintos, lucirá como cuatro árboles diferentes; cuando tiene flores, no tiene hojas y viceversa. Como mi esposo y yo nos identificamos con ella, decidimos que nuestra tienda se llamaría así”, cuenta Porras.

FOTOGRAFÍA Alberto Delgado

Este plácido albergue -anclado en Puerto Ordaz- está consagrado a la paz, la armonía y la tranquilidad, allí la pareja imparte clases de yoga y vende artesanías provenientes de toda Venezuela. Sin embargo, también hay cabida para alojar tesoros gastronómicos que, en forma de mermeladas, seducen a la clientela porque están vestidas con el sello de la originalidad. Lo cierto es que desde hace año y medio en los fogones de la dupla se traman irresistibles “versiones de los dulces típicos de la región”, aclara la hacedora al delinear el valor diferencial de La Siburaca, esta vez convertida en la marca de exóticos manjares.

Trascendiendo al catálogo de sabores tradicionales normalmente envasados en estas recetas, el menú ideado por los esposos ensalza irreverentes fórmulas de merey, auyama, lechosa, naranja con zanahoria, piña con jengibre o parchita, ruibarbo, mango, pumalaca y guayaba. Estos trofeos de la madre naturaleza están dosificados al vacío en recipientes de vidrio de diversas capacidades: 500, 330, 200, 90 y 40 cc. El más pequeño del combo ofertado se expende en una cajita decorativa de madera que incluye nueve muestras, una de cada sabor. “Ha sido el regalo corporativo de empresas como Nueva Prensa de Guayana y Comsigua; y han llegado hasta Japón”, alega orgullosa Porras.

La semilla de la idea surgió porque “siempre que cocinábamos en nuestra casa e invitábamos a nuestros amigos quedaban encantados con las recetas inventadas”. En recompensa a tanto aplauso, “nuestra primera producción fue obsequiada a nuestros seres queridos en Navidad”, recuerda la oronda mentora. Lo cierto es que el hallazgo no sólo calma amargos paladares, sino también acompasa las habilidades de los impulsadores: “Yo soy arquitecta y Kiber es naturópata, artista plástico y chef aficionado. Él tuvo su propio restaurante vegetariano hace algunos años”, recuerda.

Además de un hechizante sabor, estos afables batallones “son absolutamente naturales. No contienen ingredientes industrializados como preservativos, colorantes o gelatina. Incluso, endulzamos con papelón, azúcar morena o miel. Sólo cuando alguno merece un brillo especial, le agregamos un poco de azúcar blanca, pero no es lo usual”, confiesa Porras.

Cuando es tiempo de fabricar, la casa de los Fernández se convierte en un taller de producción durante una semana, faena iniciada con una cuidadosa selección de frutas: “Normalmente, las compramos en el mercado de San Félix porque se consiguen las cantidades necesarias a excelente calidad y precio. En otros casos, como son pulpas de la zona, las hallamos en nuestra casa o las de nuestros amigos”, revela.
Luego de cortar la materia prima en pequeños trozos, se cocina con el dulce. Al enfriarse, se refrigera. Al día siguiente: “Esterilizamos los contenedores y sus tapas. Los rellenamos con las mermeladas y hacemos el envasado al vacío con sumo cuidado porque si procedemos mal, se dañan. Cuando los frascos están totalmente secos, los etiquetamos y están listos para la venta. El precio no excede a los 22 bolívares fuertes”, explica minuciosamente Porras.

Como es de esperar, la exitosa marcha es ahora escoltada por una línea de antipastos y salsas vegetarianas ideales para sazonar, servir en reuniones o acompañar almuerzos. La gama de vegetales abarca célery, pimentón, ají dulce, ajo porro, ajo, cebolla, calabacín, berenjena y aceitunas conservados en aceite de oliva.

Con la alegría del éxito, La Siburaca da sombra a irresistibles ideas que pueden ser adquiridas en la mezzanina de la Torre Loreto I de Puerto Ordaz.

Contacto: 0414. 386. 02. 13 / E-mail: lasiburaca@cantv.net.






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