Antonio Drija en el Circo Du Soleil

El seductor del circo. El venezolano se divierte mientras le da vida a " Gigoló" , papel que comparte con Señorita Extravaganza en el espectáculo Zumanity del Circo Du Soleil

MILFRI PÉREZ MACÍAS
PERIODISTA

Este bailarín conoció su internacionalización a los 40 años, cuando se sometió a una audición fuera de lo común

Son las 7:30 de la noche en el Hotel Casino New York-New York de Las Vegas. Todo está listo. Música, luces, bailarines, cantantes, contorsionistas. El corazón se acelera. Los cuerpos semidesnudos se agitan. Va a comenzar "Zumanity… El lado sensual del Cirque Du Soleil".

Y en él está Antonio Drija. El único venezolano integrante de la compañía canadiense que ha revolucionado al mundo del espectáculo, y el primer rostro que ve el público cuando comienza la función.

Para los más jóvenes el apellido Drija seguramente está asociado a otro nombre, al de Víctor, el actor de la serie juvenil Somos tú y yo. Pero este Drija, es su padre. Un bailarín y coreógrafo recurrente en casi todas las producciones musicales de los años 80 en el país.

Antonio Drija tiene 5 años en el Cirque Du Soleil. A los 40, hizo la primera prueba para ser parte de la agrupación. "Llegué al Cirque a través de tres exigentes audiciones en un período de 2 años". Explica desde la ciudad de Las Vegas.

La razón por la que fue escogido es muy sencilla: "Porque hacía falta un venezolano en El Cirque Du Soleil", bromea y luego continúa: "La verdad es que siento que estaba preparado para la oportunidad. Yo aporté lo que ellos estaban buscando".

Drija comenzó a los 15 años como bailarín en el programa de televisión Viva la Juventud. Hizo teatro, actuó en cine y durante varios años realizó coreografías junto a su ex esposa y madre de sus dos hijos, la bailarina y coreógrafa Anita Vivas.

Antes de ingresar al Cirque estaba radicado en Miami trabajando con artistas representados por Emilio Estefan.

En su infancia no recuerda haber visto "mucho circo" afirma, "pero sí recuerdo a Gaby, Fofo y Miliki". Los populares payasos de la década de los años 70 y que nada tienen que ver con el "zoológico humano" que conforma Zumanity. El montaje pensado para adultos del Cirque Du Soleil en el que Antonio participa con dos personajes.

Uno de ellos, y quien abre el espectáculo, fue creación de Drija "El Gigoló" que viene a ser el alter ego de Antonio. Desarrollo en escena muchas cosas que personalmente no me atrevo a hacer. Ha sido muy valioso investigar el comportamiento de un gigoló inspirado en el del venezolano". Explica el bailarín.

La puesta en escena de Zumanity recrea historias de la sexualidad entre los seres humanos, con la magia -entre acrobacias y bailes- características propias del Cirque Du Soleil. Es una producción estilo cabaret con un maestro de ceremonia vestido y maquillado como una "diva". Este personaje también es interpretado por Drija "El segundo papel que hago se llama Señorita Extravaganza, es un drag queen muy divertido y peculiar con todas las características de un animador".

UNO MÁS DEL CIRCO

Hoy no sólo es parte del espectáculo, ha encontrado más que "panas" -al mejor estilo venezolano- "compartir tanto y tantas vivencias con el elenco, definitivamente te hace familia. He hecho enorme amistad con muchos y en ocasiones lo que ha sido más duro es verlos partir".

Antonio ya es uno más del Cirque y su morada seguirá siendo Zumanity: "Me propusieron un personaje en otro show y no acepté, a pesar de que en agosto cumplo 5 años con el espectáculo. Disfruto mucho allí".

Con más de 30 años de carrera Drija se considera "más maduro como profesional y como persona" y agrega: "ahora, menos que nunca, le tengo miedo al ridículo".

Fuente: EL UNIVERSAL, edición 99 aniversario