sábado, junio 14, 2008

Arístides Rojas, un gran divulgador científico

Naturalista, médico, historiador y periodista nace en caracas el 5 de Noviembre de 1826 Hijo de José María Rojas Ramos y de Dolores Espaillat, nativos de la Republica Dominicana que habían llegado a Venezuela huyendo de las conmociones que agitaban a su isla nativa. Su padre había sido administrador de la aduana de La Guaira, concejal y diputado al Congreso Nacional. Rojas asiste al colegio Independencia, donde tiene de compañeros a los hijos de José Antonio Páez y de Antonio Leocadio Guzmán y como maestro a Fermín Toro.

A los 18 años de edad, comienza sus estudios de filosofía en la Universidad Central de Venezuela. Bajo seudónimo, aparecen sus primeros artículos sobre aspectos costumbristas y de folklore, así como adaptaciones y traducciones del francés. En 1846, entra a estudiar medicina. Se gradúa en 1852, a los 26 años de edad y comienza a ejercer como médico rural en Escuque y Betijoque (Edo. Trujillo). En 1855, debe regresar bruscamente a Caracas, al morir su padre, víctima de la epidemia de cólera que azota a la capital durante ese año. Se encarga entonces de la editorial Rojas Hermanos y, con su hermano Marco Aurelio, publica una serie de Estudios científicos sobre las ciencias de la naturaleza. En 1857, sale de La Guaira hacia Estados Unidos y Francia. En París, perfecciona sus estudios en los campos de las ciencias naturales y médicas. Se interesa profundamente por la obra de Alejandro de Humboldt; desea regresar a Venezuela, pero los acontecimientos de la Guerra Federal lo obligan a radicarse en Puerto Rico, donde ejerce su profesión de médico, estudia y escribe. En 1864, regresa a Caracas. Bajo la influencia de los escritores franceses, hace tentativas para asociar la ciencia y la literatura; como exponente de esta concepción, publica

Miembro fundador y vicepresidente de la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales presidida por Adolfo Ernst (1867), Rojas presta su colaboración al movimiento científico encabezado por Ernst, difusor de las teorías darwinianas, aunque su propia fe cristiana no le permite compartir las ideas materialistas del sabio alemán. Pero no deja de reconocer la importancia que tiene este nuevo movimiento científico para el país. En colaboración con Manuel Díaz, publica Apuntes para el repertorio de plantas útiles de Venezuela (1866), orientando el estudio de las ciencias naturales hacia las aplicaciones productivas; propugna en esta publicación la creación de herbarios y jardines nacionales.

Actualiza la Geografía de Venezuela de Agustín Codazzi y la adapta para niños.
En el campo literario, funda la Sociedad de Bibliografía Americana. Publica artículos costumbristas bajo los seudónimos de Bibliófilo, Camilo de la Tour o Provincial y poesía, bajo el seudónimo de E. D'Aubry. A mediados de la década de 1870, después de enviudar de Emilia Ugarte, quien falleció cuando llevaban apenas un año de matrimonio, Rojas abandona el ejercicio de la profesión médica y se encierra a escribir. De 1875 hasta 1882, dirige las ediciones anuales del célebre Almanaque para todos editado por la empresa Rojas Hermanos. En 1876 publica Un libro en prosa: miscelánea de literatura, ciencia e historia, prologado por el poeta José Antonio Calcaño. Esta obra presenta una selección y clasificación de sus publicaciones hemerográficas.

La Academia de Ciencias Sociales premia en 1878, su obra Estudios indígenas, contribución a la historia antigua de Venezuela. Considera Rojas el conocimiento científico de las civilizaciones indígenas como el preámbulo necesario de todo estudio histórico de la nacionalidad.

En 1892, junto con Adolfo Ernst y otros colegas, prepara el material que conforma el pabellón de Venezuela en la Exposición Universal de Chicago. En esa oportunidad, se envían muestras botánicas y objetos de uso tradicional, históricos y de arte; el folleto que describe la exhibición contiene varios artículos de Rojas sobre Venezuela y sus recursos. A su muerte, deja inédita su obra Folklore venezolano (publicada en 1967), así como los demás tomos contratados de su obra histórica.

Murió en Caracas el 4 de marzo de 1894.
Arístides Rojas puede ser considerado como uno de los más destacados divulgadores científicos que ha tenido Venezuela y como el padre de la investigación científica de la historia nacional. Desde el 21 de septiembre de 1983 sus restos reposan en el Panteón Nacional.

Fuente: Magazine Digital

No hay comentarios.: