martes, junio 24, 2008

Telares Morera, seda exclusiva de Venezuela

En los Andes venezolanos, una pareja decidió en 1983 estudiar el proceso de creación de la Seda. Un apasionante trabajo que terminó por convertirse en su día a día. Tras una historia de mucho trabajo, paciencia y dedicación, nació Telares Morera, una sólida y reconocida empresa productora de esta suave tela en el país.
Con hilos de sacrificio y entrega, María Dávila y Eduardo Portillo, tejieron sus ilusiones y viajaron a España para conocer de cerca el proceso de crianza del gusano de seda. Este primer acercamiento motivó a la pareja, y su regreso a Venezuela estuvo acompañado de los primeros huevos del gusano de seda, con los que trabajaron y experimentaron la producción de esta tela durante aproximadamente 2 años.


El producto de esta prueba inicial, trajo consigo la decisión de viajar al Occidente del océano Pacífico e instalarse en China, cuna de la seda en el mundo, y a través de las conocidas "Rutas de la seda" acercarse en detalle al camino creativo de estos tejidos. Posteriormente y con la misma emoción y ansiedad de aprender, María y Eduardo viajaron a India, que por ser un país con un clima tropical, cuenta con un importante conocimiento textil y sericícola.

Sericultura

El proceso de sericultura en Venezuela se inicia a mediados del siglo XIX en la región de los Andes venezolanos del estado Mérida. Tras un avanzado estudio de las técnicas de sericultura y tejido de la seda, en 1989 se constituyó la empresa Veneseda ( Taller Morera), como un centro de producción e investigación de seda, y un lugar de enseñanza e intercambio para instituciones, sericultores, tejedores y artistas de distintos países del mundo.

El proceso...

Colocarse un chal, una bufanda o hacer el nudo de una fina corbata, es posible gracias a días y noches de trabajo agrícola, pecuario y textil. Así, con mayor complejidad de la que cualquier persona puede imaginar se elabora la seda.

Para lograr el hilo con el que posteriormente se teje la tela, es necesario dedicarse a la cría del gusano de seda, frágiles organismos que llegan a medir aproximadamente 10 centímetros y pesar 8 gramos cada uno, y que requieren cuidados muy especiales para lograr formarse como capullos. La temperatura ideal para su desarrollo es de 24 grados centígrados.

Para el mantenimiento de los gusanos de seda, María y Eduardo deben levantarse a las 4 de la mañana para ir a la "casa de cría", lugar donde viven, duermen y comen los gusanos, y a esa hora darles su primera ingesta. El alimento que nutre a los gusanos son las hojas de Morera, - de allí el nombre el nombre comercial del Taller-; dichas hojas también son cultivadas en los sembradíos de Veneseda.

Al amanecer, tanto María y Eduardo como los trabajadores de Taller Morera buscan la comida del día en la plantación de morera; deben ser hojas frescas y tiernas para garantizar un buen crecimiento y maduración de los gusanos.

Como chiquillos hambrientos, a las 10 de la mañana vuelven a comer y pasado un rato, los cambian, los limpian y los vuelven a alimentar. En total, los gusanos de seda comen al menos cuatro veces al día y, en ese proceso diario, se debe ser excesivamente cuidadoso con la ventilación del lugar, la asepsia, los olores, la luz y otros agentes externos que pueden afectar su desarrollo.

Durante tres semanas se completa el proceso de alimentación integral de los gusanos, para finalmente esperar el momento del encapullado en el que maduran y por sí solos comienzan a envolverse en su propio hilo.

En Taller Morera se crían 120 mil gusanos a la vez, varias veces al año. La relación es que 20 mil gusanos consumen 700 kilos de hojas netas de morera, y éstos producen unos 3 kilos de seda, con los que se elaboran algunas de las piezas que se comercializan constantemente.

Hilos de paciencia


Luego de recoger los capullos y procesarlos en agua caliente, se obtiene el hilo. No es un proceso rápido, al contrario, requiere mucho tiempo y aguante, pues a los pequeños botones hay que cocinarlos, cepillarlos y devanarlos hasta lograr tener el hilo en las manos; luego hay que volverlo a devanar, para así doblarlo, torcerlo, teñirlo y dejarlo listo para formar el telar.

"Nuestra producción es esencialmente para nuestros requerimientos de tejido. Cuánto hilo, depende de cuánto criemos. En un día podemos procesar 30 kilos de capullos que nos dan 1 kilo de hilo. El tejido... bueno, es otro mundo, paciencia, matemáticas y oficio", así define el proceso Eduardo Portillo, dueño de Veneseda, Taller Morera y creador nato de la seda.

Entrelazar hilos perpendicularmente es lo que comúnmente se conoce como el proceso de tejido, para ello, en Taller Morera se utilizan desde telares manuales sencillos, hasta telares manuales con unidades de diseño asistidas por computadora. Una vez que el hilo es montado en el telar, se forma la "urdimbre" o base para construir la trama y lograr asombrosos resultados.

Datos únicos

La tintura con la que se tiñe en el hilo en Taller Morera es completamente natural, provenientes de extractos de semillas, ramas, raíces, hojas y flores de diversas plantas y hasta de insectos como la cochinilla.

El nombre científico de los frágiles gusanos de la seda, es Bombyx mori L.

Taller Morera recibió el reconocimiento por parte de la UNESCO por su contribución a la creatividad en el ámbito del diseño y tejido de la seda.

Taller Morera organiza regularmente en sus instalaciones visitas guiadas, festivales y exposiciones.

En el proceso de creación de seda de Taller Morera, participan hasta 14 personas a la vez. En época de cría, este número varía de acuerdo a la cantidad de Gusanos de Seda que tengan en casa.



¿Dónde encontrarlos?

Veneseda / Taller Morera

Pedregosa Alta - Km. 3 Mérida. Venezuela

Dirección Postal: Edif. Don Carlos. Apto C. 2 Mérida 5101 Venezuela.


Fuente: Noti Tarde




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