domingo, agosto 29, 2010

Jesús Florido: su secreto es la disciplina

El violinista venezolano Jesús Florido se ha ganado un lugar en el mundo de la música a fuerza de talento y versatilidad, lo que le ha permitido compartir escenario con artistas como Whitney Houston, Zubin Metha, Led Zeppelin, The Moody Blues, Mark O’Connor y Paco de Lucía, entre muchos otros, está convencido de que la música debe formar parte del desarrollo de cada ser humano.



El músico de 43 años formó parte, como miembro fundador, del Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, mejor conocido como El Sistema, institución que ha cobrado gran renombre en Estados Unidos gracias al impulso que le ha dado su compatriota y amigo, el maestro Gustavo Dudamel, quien desde el otoño asumió la dirección de la Filarmónica de los Ángeles.

"Mi encuentro con la música ocurrió desde que era un niño; crecí escuchando a mi papá tocar el cuatro y dando serenatas por las calles de mi natal Barquisimeto", dijo Florido.

A los 6 años de edad comenzó a estudiar piano, teoría y solfeo, y un año después inició sus estudios de violín, instrumento al que describe como parte esencial de su vida.

"Como integrante de El Sistema atendía las clases de violín los siete días de la semana; para mí ese es el secreto. La música se convierte en tu modo de vida; la dedicación y la práctica te hacen bueno y te otorgan una disciplina impresionante desde muy joven", relató el músico, que a los 22 años ya había tocado en todas las orquestas sinfónicas de Venezuela.

En 1989, y sin muchos recursos económicos, llegó a Estados Unidos para continuar sus estudios. Logró obtener una beca en la Butler University, en Indianápolis, donde obtuvo su título en 1996 en violín, dirección orquestal y educación.



Desde entonces, Florido se ha destacado como un músico muy versátil al mezclar la música clásica con la afrocubana, jazz, rock y sus raíces venezolanas, lo que le ha dado un estilo ecléctico en la ejecución del violín acústico y eléctrico.

Su virtuosismo le permitió ser invitado por el reconocido violinista estadounidense Mark O’Connor para participar, durante 10 años, en sus campamentos de Nashville y San Diego, enseñando violín e improvisación a los mejores estudiantes de este instrumento que provenían de todas partes del mundo.

La enseñanza es parte de la vida cotidiana de Florido, quien desde muy joven se destacó como violinista, productor, compositor y arreglista.

Ha recorrido más de 27 países realizando talleres de música, especialmente dirigidos a niños y jóvenes; su labor le ha permitido obtener las llaves de las ciudades de Indianápolis, Chicago, Boston, Singapur y Culver City.

"Estoy convencido de que la música tiene que ser parte del desarrollo de cada niño en el mundo", afirmó el músico, que actualmente trabaja como consultor especializado en pedagogía en Estados Unidos Brasil, España, Canadá, Alemania, Austria, Francia y Bélgica.





Desde el 2001 Florido fijó su residencia en Los Ángeles, donde produjo su disco como solista Heading North, en el que fusiona el jazz, la música clásica, el rock y la música latina.

"Mi disco propone también que siempre nos fijemos un norte, para que sigamos la pasión que nos mueve, para que descubramos qué es lo que hace falta para aprender a realizar esa pasión y cómo hacerla de manera que no quede duda. Como minoría, tenemos que trabajar el triple, pero con ética y buen nivel personal y profesional, se puede marcar la diferencia", dijo.


Fuente:
Impre.com

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