Nacido en Bojano, en la región de Campobasso, Italia, en 1983, Flavio Sala se convirtió, desde niño, en un intérprete de la música venezolana con una maestría asombrosa. Su musicalidad y ritmo hacen pensar a quienes le escuchan que él no es italiano sino venezolano.
Pero estas cualidades tienen razón de ser, porque su profesor fue el maestro italiano Pasqualino Garzia, quien después de la II Guerra Mundial vivió hace 50 años en Puerto Cabello, donde conoció la música venezolana y “quedó adorándola para siempre”.
Además de esta coincidencia, cuando tenía diez años, Flavio conoció al maestro Alirio Díaz, quien residía en Italia y lo estimuló para que continuara sus estudios de guitarra. “Alirio Díaz es increíble. Es un orgullo personal tenerle como maestro”, expresó Flavio Sala,.
Flavio Sala ganó, por unanimidad, el gran premio del concurso en la especialidad de Música Clásica para guitarra y el premio para Música Venezolana, concedido por la fundación Vicente Emilio Sojo.
El jurado integrado por Alirio Díaz, quien lo preside; Brigitte Zaczek, Roberto Fabri, Carlos Bonell, Luis Zea, Rafael Suárez y Christopher McGuire, quedó sumamente satisfecho con las interpretaciones que hizo Flavio Sala: “Primer Concierto para guitarra y orquesta”, de Mario Castelnuovo Tedesco y piezas nacionales de Raúl Borges, El Indio Figueredo, Antonio Lauro y Pedro López.
-¿Qué significa para usted este premio?
-Haber participado en este concurso ya es un premio. Este es un concurso de prestigio. Hay que tocar bien música clásica, música tradicional y música folclórica de Venezuela.
-Yo vine porque quería tocar la música venezolana aquí, para el pueblo y para los músicos venezolanos. Fue como presentar un examen ante grandes maestros de la guitarra. Es como si me hubiera ganado el primer premio tocando flamenco en España.
-El maestro Alirio Díaz ha influido en los más grandes guitarristas contemporáneos del mundo, incluyendo a John Williams, quien grabó el bello disco “El diablo Suelto”, con música venezolana armonizada por don Alirio.
-Este guitarrista venezolano es el más expresivo, el más universal. Mejor que Narciso Yépez, por el timbre, el color de su interpretación, su ritmo y el dominio de la escena cuando toca.
-Ahora que le he escuchado en Carora, a los 83 años, nos hizo llorar porque no puede mover mucho los dedos, pero la guitarra toca con él. Interpretó una canción infantil de Vicente Emilio Sojo de cuatro notas, algo increíble por la atmósfera que creó en el teatro. Es grande y sublime este maestro.
-Mi maestro Pasqualino me hizo descubrir lo maravilloso de este país. Lo he comprobado. Venezuela tiene una cultura musical impresionante. Este es uno de los países más musicales del mundo. Pero su música es muy difícil de interpretar por su ritmo. Tiene melodía y armonías maravillosas. Parece que toda esta música ha sido compuesta para ser interpretada, únicamente, en la guitarra.
-Me he compenetrado tanto con Venezuela, que la gente cree que soy venezolano y cuando digo que soy italiano, me piden el pasaporte para comprobarlo. En Carora me hicieron todo tipo de atenciones. La gente me decía: “Regresa para que interpretes nuestra música. Tocas mejor que nosotros”. Un día tuve que firmar 300 autógrafos, expresó Flavio Sala con su proverbial simpatía y gentileza.
Fuente: Diario El Carabobeño
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