Participa en La dama en le agua (Lady in the water), película que ocupa el tercer puesto de la taquilla norteamericana. El director quedó prendado de la personalidad de la joven caraqueña. “Shyamalan me ovacionó”, reveló.
Texto: Arminda Rincón
Hace cinco años, Natasha Pérez salió de Caracas con una maleta cargada con ropa para una estadía de 15 días en Miami, además de 50 dólares en el bolsillo. Lo que sería una corta visita a su hermana se convirtió en un prometedora carrera artística en Estados Unidos.
Hace apenas unos días, la joven caraqueña acaparó los titulares mundiales por su modesta participación en la reciente película del director, nacido en la India, M. Night Shyamalan.
Gracias a su pequeño papel en la producción La dama en el agua (Lady in the water), como una de las cinco hermanas Pérez de La Torre, quienes viven en un conjunto residencial donde aparece una ninfa marina, Natasha levantó su voz para hablar de sus múltiples proyectos musicales y su incursión en la televisión estadounidense.
Esta compositora y escritora de obras de teatro se abre paso como un torbellino en la meca del cine. Pese a que su agenda es apretada, efectuó un alto para conversar, vía telefónica, desde Los Ángeles, con Facetas.
Comentó, entre otros detalles, sobre sus nuevos proyectos, que el actor Bob Balaban la ha llamado para que acuda a los castin de sus películas. La venezolana cuenta, en la actualidad, con el respaldo de la agencia ICM (la misma que representa a Julia Roberts y a Mel Gibson). De carácter jovial y chispeante, Natasha expresó que pronto culminará las grabaciones de su primer disco compacto.
La cinta Lady in the water entró de tercera en el ranquin de las más vistas en Estados Unidos. ¿La han invitado a promocionarla? ¿Qué cuenta la historia?
- Aunque mi participación es discreta, me invitaron al estreno en Nueva York. Para mí fue una sorpresa más que grata porque no es usual que un extra sea invitado al preestreno. En cuanto a la producción, devuelve la esperanza a muchos. Su historia está dirigida a la familia. Habla un poco de la guerra y de la fraternidad. El autor se hace importantes preguntas existenciales que tienen, en su nueva propuesta, una respuesta humorística. Es un drama que tiene momentos de comedia. Ése es su gancho.
¿Cómo se dio el contacto para trabajar con Shyamalan?
- En junio de 2005, mi agente me llamó para comunicarme que tenía varias audiciones. Yo no sabía para qué. Juraba que era para una película independiente. Recibí, otra vez, la llamada de mi agente y me dio la noticia de que había sido seleccionada para el nuevo proyecto de Shyamalan. Bromeaba diciendo que me habían escogido porque nadie asistió a las audiciones. Luego, el propio Night me comentó que las actrices que encarnarían a las hermanas Pérez de La Torre no fueron fáciles de encontrar. Me emocioné al saber que las buscaron por todos los EE UU.
¿Cómo es su personaje en la cinta?
- Soy la hermana Pérez de la Torre número tres. No es una monja. Sino una de las cinco hermanas que habitan, con su padre, en el complejo de apartamentos donde transcurre la historia. Somos una cuerda de gritonas. La cinta, por su parte, comienza cuando el portero del edificio (Paul Giamatti) descubre en la piscina comunitaria a una ninfa marina, un personaje fantástico proveniente de un cuento.
¿Cuáles fueron las indicaciones del director?
- Él es un director de actores. Hicimos dos ensayos, un lujo para cualquier cineasta. Me indicó que fuera fresca y natural en mi rol de puertorriqueña. Como director, Shyamalan nunca perdió la compostura, ni demostró mal carácter delante de los actores. Siempre estuvo pendiente de que no nos faltara nada. Brinda mucha paz y seguridad a su elenco.
¿Recuerda alguna anécdota?
- La mayor parte del rodaje se efectuó en Philadelphia, EE UU, en noviembre de 2005. Fue una experiencia bastante húmeda. Soportaba un aguacero prefabricado todos los días, a partir de las 4:00 de la mañana, y vestida con bata de dormir. Para simular una intensa lluvia nos rociaban agua todo el tiempo. Los pies se hundían en el césped y estaban mojados porque el sistema de riego lo abrían a propósito. Todo este ocurrió mientras nos ponían un par de ventiladores frente a nuestros rostros. Nos suministraban cualquier tipo de medicamento para que no enfermáramos. También recuerdo que a Paul Giamatti se le extraviaron sus lentes dentro de la piscina. Se armó todo un lío porque ése era el único par disponible en el set. También canté mucho y eso les gustó a todos. Shyamalan decía: “Ahí viene el fenómeno”, y me hacía una ovación.
Las agencias de noticias reseñaron que tuvo una breve participación en la cinta Spanglish, protagonizada por Paz Vega, participación que luego fue editada. ¿Cuál era su desempeño? ¿Cómo reaccionó cuando descubrió el corte?
- Encarnaba a la hermana de un personaje que también cortaron en la edición. Mi parlamento era muy corto. Recuerdo que decía: “Qué vivan los novios”. Al principio me sentí desilusionada porque me enteré que me habían sacado de la cinta durante las proyecciones en las salas de cine, cuando fui a verla con mi familia. Luego me lo tomé con gracia. Mi agente me dijo que todo era ganancia porque, al final, yo había recibido una paga por ese trabajo.
¿Es común que editen la participación de los nuevos artistas en el cine o la televisión?
- Por lo menos, ya estoy acostumbrada. También fui víctima de la edición en Lady in the water. Aunque mi personaje es bastante importante para la historia, filmé numerosas escenas y también tenía muchos parlamentos. Con la postproducción mi participación quedó reducida. Sin embargo, me siento satisfecha con lo que se ve en pantalla. En la cinta de Shyamalan, resulta más importante la trama que los actores. En la televisión me sucedió igual. De 20 líneas que tenía en un capítulo de ER quedando nueve. Es normal. No me preocupo porque mis amigos conocen mi esfuerzo, mi talento y mi espera. El 90% de la vida de una actor es esperar y el 10% restante es para hacer su trabajo.
¿Por qué mantiene su edad en secreto? ¿Es una estrategia para vender su imagen?
- Es una política de los actores que se abren paso en Los Ángeles. Siempre exigen un rango de edad para asignar papeles. Cuando contraté a mi agente, ésta me comentó que nunca divulgara mi edad y yo acepté que me colocaran en un rango de 18 a 25 años. Además, a una dama, en Hollywood, nunca se le pregunta en qué fecha nació.
En el plano musical, está próxima a lanzar su primera larga duración. ¿Qué géneros aborda?
- En el mes de la Herencia Hispana, celebrado recientemente en Estados Unidos, Verizon, una conocida compañía de teléfonos, me escogió como una de las artistas del mes en la categoría llamada “hurban”, por mi tema Agua y aceite. Este género se define como un conglomerado de estilos y ritmos recopilado por los jóvenes hispanos asentados en este país. El hurban incluye reggaeton, hip hop, rap, rock y pop latino. Pese a esta distinción, mi nuevo disco, que se encuentra en plena etapa de grabación, está más cercano al rock alternativo mezclado con la música electrónica. Incluiré unos 12 temas, todos en español. Quiero trascender en el mercado latino asentado en Estados Unidos.
¿Promocionará ese material discográfico en Venezuela?
- Ése es mi sueño. Estoy por firmar un contrato con una compañía disquera, pero aún estamos afinando detalles. No quiero perder mi libertad creativa. Me gusta tener el dominio de lo que hago. Si no llego a un acuerdo lo haré de forma independiente. El disco compacto todavía no tiene nombre, aunque es posible que se llame Agua y aceite. A Shyamalan le gustó mucho ese tema y también es uno de los que más suena en la radio.
¿De qué se nutre para componer sus canciones?
- Mi vena de compositora se la debo a mi madre, Irma Silva. Ella escribió muchos de los temas que se incluyeron en el primer disco de María Conchita Alonso. Por ello, soy feminista. Vengo de una familia donde el papel de la mujer es realmente importante, además de valorado. Mis letras están en permanente contacto con lo femenino, sin dejar a un lado lo masculino. Me gusta la armonía. También me está ayudando la maracucha Tania Sanz, otra gran artista que se abre paso en la industria musical de EE UU.
¿Éste es su momento?
- Trato de tomármelo son soda. Cuando llegué a Estados Unidos tuve una mala experiencia con la fama. Animé el exitoso programa de radio El show de las mañanas, de la emisora Viva 107.1 FM. Conocí a estrellas de la canción como Marc Anthony y hasta lo visité en su casa. Me relacioné con el Hollywood que uno ve en el cine y la televisión. Fue una época grandiosa. Me comí el cuento de ser la reina del universo y me alejé de los míos. En aquella época, ofrecí muchas disculpas y no quiero pasar por esa situación otra vez. Lo que soy en el presente se lo debo a mi familia y nada, ni la fama, ni el dinero, debe y puede apartarme de ella. Aprendí la lección.
¿Es más fácil entrar a Hollywood a través de la televisión?
- Definitivamente, sí. Hay más oportunidades para todos los actores, con o sin trayectoria. Pasé por muchas audiciones antes de entrar a ER. Hoy, el tiempo no me da abasto para encargarme de todo.
¿Todo su éxito se lo debe a su buen carácter?
- Se lo debo a Venezuela, más que a mi buen humor. En mi país, del cual tengo cinco años alejada, uno aprende a ser “todero” y eso es una ventaja en un mundo como Hollywood. Aquí las personas se especializan en su oficio y yo puedo hacer de todo, a la vez. Canto, compongo, actúo, escribo obras de teatro, soy periodista. Todo está a mi favor. Soy muy venezolana.
¿Qué le falta por explorar?
- Quisiera dedicar más tiempo a mi faceta de escritora de obras de teatro. Recientemente, culminé una pieza y creo que el guión está bastante bueno. Me inspiré en un romance que sostuve con un judío-norteamericano. Fue una relación un tanto extraña y llena de tropiezos. Quisiera hacer su montaje en las tablas porque soy bastante buena con los diálogos. El público se reiría muchísimo. Se llamará Punto y aparte o Periodo. Es posible que, cuando pase todo este torbellino que se armó con mi participación en Lady in the water, culmine ese proyecto.
¿Cree que el estereotipo del latino que ha impuesto Hollywood esté cambiando con trabajos como el suyo?
- Una de mis metas personales es contribuir para que se termine con aquello de que nosotros somos unos delincuentes o unos gritones que no respetamos la convivencia. No existe una voz latina que nos represente a carta cabal. Muchos quieren incluirnos en sus proyectos, pero no saben cómo somos y mucho menos cómo pueden entendernos. Lo que más me duele es que, en la mayoría de los casos, nos ven como prostitutas o maleantes. Ahora, las minorías nos estamos organizando para cambiar paradigmas y obtener más respeto. Ahora estamos logrando más papeles con un toque de humor y eso es un avance.
¿Tiene otros proyectos para volver a la gran pantalla?
- Bob Balaban, uno de los actores de La dama en el agua me invitó a realizar varias audiciones para una de sus películas. Todavía no sé qué me deparará el destino.
Director
- M. Night Shyamalan ha ganado fama en la meca del cine gracias a las películas Sexto sentido, La villa, El protegido y Señales. Además, se ha destacado por escribir guiones sin adornos, diálogos inteligentes y nada gratuitos.
- Sexto sentido obtuvo seis nominaciones al Oscar, incluso una por su guión y otra por su trabajo como director. El misterio, el suspenso y los finales inesperados son su sello personal. Se le considera, a sus 36 años, el sucesor de Alfred Hitchcock.
- La dama en el agua cuenta con la participación sw Paul Giamatti (protagonista de Sideways y nominado a mejor actor secundario en los Oscar 2006, por su papel en Cinderella man) y Bryce Dallas Howard (hija del director Ron Howard).
Fuente: Revista Facetas del diario Panorama
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